El PSOE contiene el aliento a tres días de que Pedro Sánchez, enclaustrado en el Palacio de la Moncloa, anuncie qué hará: dimitir o continuar como presidente del Gobierno. La sensación entre los ministros y altos cargos del Ejecutivo y en la dirección socialista es que la segunda opción es una posibilidad muy real, como el líder del PSOE dejó claro el miércoles cuando anunció que se tomaba unos días para pensar sobre su futuro por “los ataques sin precedentes” de la derecha y la ultraderecha contra su esposa.