El marisco más codiciado de todas las mesas, el percebe, arrancó hoy su campaña de recogida en Asturias con un total de 274 mariscadores autorizados y un cupo máximo de seis kilos por día y marea. La subasta de los primeros percebes del año alcanzó el precio máximo de 104 euros el kilo, un precio que se sitúa muy por debajo de la cifra récord cuando, en el año 2007, el kilo de este marico llegó a costar 247 euros.
Aunque la cifra que se pagó esta mañana en la rula de Puerto de Vega (Navia) dista mucho de la cifra de 2007, se calcula que el precio vaya ascendiendo, más cuando se acerque la época de la Navidad.
El percebe es uno de los mariscos más cotizados y por ello desde el Gobierno del Principado se han elaborado diez planes de gestión del mismo, que se han diseñado en colaboración con las cofradías de pescadores. Se pretende así regular la pesca del percebe, protegerlo de las extracciones furtivas y garantizar su presencia en el litoral asturiano.
Desde la Dirección General del Pesca, dependiente de la consejería de Medio Rural, se ha establecido también un cupo más amplio (de 8 kilos) entre el 12 de diciembre y el 3 de enero, y durante toda la campaña en el plan de gestión de Cabo Peñas.
La extracción del percebe es una de las artes más complicadas que se llevan a cabo por parte de los mariscadores, de ahí su precio, que también se ve influenciado por las mareas y los temporales. Según la norma vigente para esta campaña, está “totalmente prohibido” cavar percebes con espejo desde embarcación y todas las extracciones han de hacerse “a pie de roca”, ya sea a mano o con bistronza. La normativa apunta también que el tamaño mínimo de los percebes será de 18 milímetros y cuando se trate de «piñas» de percebes esta talla deberán alcanzarla, al menos, los ejemplares que supongan el 60 por ciento del peso en cada una.
Considerado uno de los manjares navideños por excelencia, todo apunta a que en los meses de diciembre y enero el precio suba.
Los percebes se encuentran en la zonas rocosas de los acantilados y para poder extraerlos hay que manejarse muy bien, pero no deja de ser un arte extractiva muy peligrosa. Es común que se denuncien extracciones irregulares, procedentes de mariscadores furtivos que pretenden lucrarse de las ventas sin contar con las licencias correspondientes. En julio de este mismo año, una pareja de pontevedreses fue denunciada por extraer de forma irregular más de cinco kilos de percebes en la zona del Cabo Peñas. Además, ya tenían antecedentes en Galicia por la misma práctica irregular.
