Asilah, la escapada secreta de los vips

Asilah, la escapada secreta de los vips

Matt Dillon, el actor que encarna a Marlon Brando en la nueva versión de «El último tango en París», quedó maravillado el verano pasado por el casco histórico de una pequeña ciudad llamada Asilah, Asilam, Arcila o Asshila. Se trata de un pequeño pueblo costero a cuya playa acuden los habitantes de la cosmopolita Tánger, ciudad de la que dista media hora en coche. Asilah ya había sido colonizada en el siglo XV por el reino de Portugal, que le imprimió ese carácter arquitectónico que todavía perdura y que cautivó a Dillon. De aspecto más recoleto e intimista que la ya descomunal y gigantesca Tánger, su medina amurallada por Alfonso V de Portugal, probablemente la mejor cuidada de Marruecos, se asoma a ese mar de nadie, ni Mediterráneo ni Atlántico como hemos dicho, pero que ha ido modulando desde la más remota antigüedad una de las más bellas playas del mundo, con burritos y camellos de alquiler para pasear su inmensidad. Y es que Asilah se ha ido haciendo eco, sin proponérselo y como una persona guapa y estilosa a la que todo le sienta bien, de ese nuevo espíritu del lujo silencioso y enemigo de la ostentación que ha atraído, por ejemplo, a miembros de las más antiguas familias sevillanas de recio e incombustible abolengo que allí han comprado casa para escapadas salpicadas durante todo el año.

Familias de apellido compuesto alérgicas a los «photocall», que cambiaron vacacionar en El Rompío, Huelva, por el lujo callado de vivir en un palacete con una playa semidesierta. No iba a ser la realeza saudita, cansada del bullicio y la exposición de Marbella, la única en verle la ventaja a esta vecina tierra, virgen en muchos aspectos, tanto que ha cautivado a muchos vips que encuentran en Asilah el lugar perfecto para hacer varias escapadas cortas durante todo el año.

No nos tenemos que ir a Hollywood para dar con adeptos a una localidad con sabor portugués. Uno de los grandes enamorados de esta pequeña localidad es Tomás Alía, medalla de oro al mérito de las Bellas Artes, referente del diseño y un enamorado de la artesanía, que tiene casa en Tánger y en Asilah, donde incluso está construyendo un hotel. «Encontré este sitio por casualidad, tiene una playa única que se puede recorrer a caballo, una medina preciosa, el imponente mirador de la Caraquia, que tiene el mejor atardecer de Marruecos, y sobre todo, unos artesanos magistrales. Las alfombras son espectaculares, los bordados bereberes… Hay un anticuario que tiene verdaderas joyas en cerámica», afirma el diseñador toledano. Alía es un asiduo de esos veranos donde españoles como Inés Sastre, que veranea en Sotogrande y le gusta cruzar a Asilah para pasar unos días, Hugo Silva, Vicky Martín Berrocal o Pepón Nieto, son asiduos de su recoleta medina.

Hay dos locales que atraen al público español, por sus precios y la calidad de su producto. Hablamos de Casa Pepe o la mítica marisquería García con ese toque indefinible fusionando lo local, lo internacional, lo portugués, lo español. El segundo es Casa García, cuya historia arrancó en 1916 cuando el padre del dueño llegó a Marruecos como representante de Osborne. Actualmente el lugar es una suerte de chiringuito Eulogia en Torreguadiaro, cerca de Sotogrande, donde uno puede cruzarse con la realeza de Brunei tomando espetos, junto con algún Mora-Figueroa que mira de reojo a personajes de la era de Julián Muñoz. Aquí ocurre algo parecido.

El círculo de Saint Laurent

…. Y las coquinas recolectadas a mano de un expresidente del gobierno español. Y es que hasta hace muy poco a Felipe González le gustaba coger coquinas en la playa que luego mandaba a este restaurante para que se las cocinasen. Asiduos de este lugar son también Carmen Martínez-Bordiú y toda una «troupe» socialista compuesta por Pepe Bono, Elena Benarroch, Elena Salgado, Magdalena Álvarez, Chaves o Pepe Barrionuevo. Y es que en Asilah, junto con esa «jet» andaluza sin cara, se cruzan rostros como Loles León, Bibiana Fernández, Boris Izaguirre y Ana Duato. Por cierto, que devotos también de Casa García han sido Roman Polanski y Francis Ford Coppola. Asiduos a esta zona son fortunas portuguesas como los Champalimaud, biznietos del magnate luso Carlos Montez Champalimaud, algo nada extraño ya que la ciudad fue colonia lusa y está ciudad hermanada con Sintra.

Alía relata que la traquilidad y el anonimato de Asilah también atrae recientemente al círculo de huéspedes de Villa Mabrouka, la que fue la espectacular casa de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, ahora convertida en un hotel de lujo de doce habitaciones. Un lugar por donde pasaron las grandes amigas del diseñador como su musa Betty Cartoux y Loulou de la Falaise, que encarna el chic de los 70. «Todo el que viene a Asilah se enamora», sentencia.