El lince ibérico (Lynx pardinus) continúa su camino ascendente, aunque todavía se encuentra en riesgo de extinción. El último censo de 2023 muestra que la especie ha duplicado su población en los últimos tres años y ha llegado a 2.021 individuos, con 1.299 adultos o subadultos y 722 cachorros. A pesar de los buenos datos, se necesitarían 750 hembras reproductoras para catalogar a la especie en un estado de conservación favorable, y en este último conteo se han detectado 406. Según indica el Ministerio para la Transición Ecológica en un comunicado, se van acercando “paulatinamente” a la cantidad necesaria, son 80 más que el año anterior, pero todavía insuficientes.