El PSC, el nuevo brazo político del independentismo

El PSC, el nuevo brazo político del independentismo

El Ministerio del Interior se ha apresurado en responsabilizar a los Mossos de Esquadra de la fuga de Puigdemont, obviando que la responsabilidad de la seguridad ciudadana dentro de las fronteras del Estado es suya. En sentido contrario, Salvador Illa ha iniciado su mandato defendiendo al cuerpo y anunciando aumento de plantilla de la policía autonómica.

Los Mossos han sido una fuerza controvertida desde su inicio y a su cuenta se han producido choques entre el nacionalismo catalán y Madrid. Los dos momentos claves de su consolidación fueron los juegos olímpicos, con los que Pujol satisfacía la vieja reivindicación de tener una policía propia y el pacto del Majestic, que supuso la transferencia de las competencias de tráfico a los Mossos.

Posteriormente, han sido una de las banderas y de las herramientas que ha utilizado el independentismo en los momentos más críticos de los últimos años. La presunta implicación en la fuga de Puigdemont y la colaboración en su mediática aparición ponen de manifiesto la vinculación de una parte importante de sus miembros con los directores de orquesta del separatismo.

Por eso, resulta inquietante que la primera medida de Illa sea reforzar el cuerpo. Cataluña adolece de importantes problemas en Sanidad, Educación y transporte, resultado de la mala gestión de los distintos governs de la Generalitat y de unos dirigentes más preocupados en la escisión que en el gobierno de los problemas reales que tiene la sociedad catalana.

Pero Illa está cómodo en el romance con los independentistas, varios nombramientos y la orientación política de velar por que el acuerdo con ERC sea una realidad, lo avalan. El PSC ya es el nuevo brazo político del independentismo y Sánchez, su valedor.

El malestar inicial de algunos dirigentes regionales socialistas se ha incrementado al observar el desapego del PSC con el resto de los territorios del Estado.

Incluso los más obedientes con Moncloa, como Juan Espadas, se ha atrevido a hacer alguna crítica en redes sociales, quizá también conocedor de que Sánchez le da por amortizado.

La estrategia interna de Sánchez será descabezar a los más débiles, entre ellos a Lobato, líder madrileño, e imponer la paz interna con puño de hierro. Otra cosa es el daño electoral para el Partido Socialista, ni un resultado espectacular en Cataluña puede compensar las pérdidas en Madrid, Andalucía o Valencia.

El PSOE no tiene un proyecto para España, lo ha cambiado por el proyecto de independentistas, nacionalistas y regionalistas y, en esa orientación, perdemos todos.

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