Esta es la pequeña, pero impresionante, ciudad con más iglesias románicas de España

Esta es la pequeña, pero impresionante, ciudad con más iglesias románicas de España

El arte Románico está muy asociado a España. Muchos de sus monumentos más impresionantes tienen este estilo como principal protagonista. En gran medida esto se debe a la importancia de nuestro país durante esta época, más concretamente durante los siglos XI, XII y XIII. La arquitectura románica supone una manera de construir
dentro del estilo conocido como arte románico desarrollado en Europa, con sus
características propias y su especial evolución a lo largo de más de dos
siglos, que comprende desde principios del siglo XI hasta la mitad del siglo XIII,
informa Wikipedia.

Este estilo se extendió en España en la mitad norte llegando
hasta el río Tajo, en plena época de Reconquista y repoblación, en especial
tras la conquista de Toledo (1085) que aseguró la paz al norte del Duero y
favoreció en gran medida su desarrollo.

Entró tempranamente en primer lugar por tierras catalanas de
los condados de la Marca Hispánica donde desarrolló un primer románico y se
extendió por el resto con la ayuda del Camino de Santiago y de los monasterios
benedictinos. Dejó su huella especialmente en edificios religiosos (catedrales,
iglesias, monasterios, claustros, ermitas…) que son los que han llegado en
mejor condiciones al siglo XXI, pero se construyeron también en este estilo
monumentos civiles como puentes o palacios; y militares, como murallas o castillos.

 

En esta ocasión nos vamos a centrar más en los templos
religiosos, y sobre todo en la pequeña, pero impresionante capital, que es la
que cuenta con más iglesias románicas de España. Ubicada en las orillas del río
Duero, se encuentra una de las ciudades más monumentales y bellas de España, y
uno de la que más secretos arquitectónicos esconde. No es otra que Zamora, que
cuenta con un total de 23 templos del término municipal y las 14 iglesias del
casco histórico, de ahí que se denomine también “la Ciudad del Románico”.

 

Entre su conjunto monumental resalta la Catedral, una de las
más antiguas, ya que los expertos atribuyen su origen al siglo XII, más
concretamente, al año 1174 coincidiendo con el reinado de Alfonso VII.

Situada en el punto más alto de la ciudad, es una de las
catedrales más pequeñas y más antiguas de Castilla y León, siendo declarada
Monumento Nacional por la Real Orden el 5 de septiembre de 1889.

Su seña de identidad es su espectacular cimborrio de
influencia bizantina y con escamas de piedra. Se trata de un tambor perforado
con 16 ventanas con vidrieras sobre el que se elevan dos cúpulas: una interna
semicircular, gallonada y otra externa ligeramente apuntada. Su exterior se
ameniza con cuatro cupulillas que sirven para reforzar las esquinas y cuatro
frontones hacia los puntos cardinales que apuntalan la bóveda.

 

Otro elemento importante de la Catedral es la Torre del
Salvador. Cuenta con 45 metros de altura y se construyó a lo largo del siglo
XIII, aunque el estilo es románico. Por su parte la Puerta del Obispo, en la fachada sur, es
quizás la pieza más valiosa de la Seo, junto al cimborrio. Es un ejemplo de
decoración arquitectónica casi sin escultura y la única que se mantiene
completa.

La planta de la Catedral es de cruz latina con tres naves,
en origen tres ábsides, que se sustituyeron en el siglo XV por los actuales
góticos y un crucero poco marcado en planta. Los transeptos se cubren con
bóvedas de cañón apuntado, las naves laterales con bóvedas de arista
capitalizadas y la nave central con bóveda de crucería.

Por uno de los laterales se accede al Museo Catedralicio, en
el que podrás ver una extraordinaria colección de tapices franco-flamencos de
los siglos XV al XVII.

– Iglesia de Santa María la Nueva: También del siglo XII,
este templo fue incendiado por el pueblo zamorano durante el Motín de la Trucha
(en el año 1158), para quemar a los nobles que había reunidos en su interior.
Fue reconstruida por orden real, cambiando su nombre por el actual de Santa
María la Nueva, estando catalogada como Bien de Interés Cultural.

 

De su
estructura primitiva románica conserva la cabecera, el ábside semicircular
decorado con siete arcos sobre columnas de delgados fustes, y la fachada sur.
En su interior destacan una pila bautismal del siglo XII y un Cristo Yacente
del siglo XVII, obra de Gregorio Fernández. Frente a esta iglesia se emplaza la
escultura al “Barandales”, personaje que desde el siglo XVI abre las
procesiones de la Semana Santa zamorana.

– Iglesia de Santa María la Magdalena: Está considerada la
iglesia románica más bonita y elegante de Zamora (también está declarada
Monumento Nacional), y se la denomina como “La Perla del Duero”. Se trata de un
templo de una única nave reforzada por numerosos contrafuertes, que cuenta con
una torre (inconclusa) a los pies y con un ábside semicircular que alberga la
capilla mayor. Lo más destacable de esta iglesia es su gran esbeltez y la
esmerada decoración de la portada sur (sobre la Rúa de los Francos). Está
ornamentada con motivos vegetales y con una curiosa orla en la que aparecen 46
cabezas sonrientes representando el paraíso celestial.

 

Este templo tiene dos curiosidades. La primera es que
alberga el sepulcro de una dama desconocida cuya figura yacente aparece
empotrada en el muro junto a relieves de animales y seres mitológicos. La
segunda, que entre la decoración vegetal de las arquivoltas se esconde un
obispo con casulla, mitra y báculo.

– Iglesia de Santiago El Viejo (o Santiago de Los
Caballeros): Situada a extramuros, cerca del castillo, está muy ligada al
Romancero Zamorano ya que perteneció a los capellanes del número del cabildo
catedralicio y según cuenta la leyenda allí fue armado caballero el famoso
héroe medieval El Cid Campeador por el Rey D. Fernando I de Castilla. A su lado
se encuentra el campo de la Verdad, donde tenían lugar las justas medievales.

 

– Iglesia de Santiago El Burgo: Declarada Monumento Nacional,
la Iglesia de Santiago El Burgo es uno de los templos que mejor conservan su
estructura románica original de finales del siglo XII. Tiene planta basilical
con tres naves divididas en cuatro tramos y en la cabecera tres ábsides planos.
Lo más destacable del templo es su fortísima torre y la portada de la fachada
sur, con sus capiteles colgantes decorados con motivos vegetales y temas
históricos, sobre el que se haya un precioso rosetón con doble celosía de
piedra. Su interior escondeel retablo mayor dedicado a Santiago, la antigua
mesa de altar románica y la capilla de los Villareal, de estilo renacentista.

– Iglesia de San Pedro y San Ildefonso: El segundo templo en
tamaño e importancia de la ciudad, también cuenta con la declaración de
Monumento Nacional. Fue levantada sobre una anterior iglesia visigoda y guarda
los restos de San Ildefonso, primer obispo de Zamora. Iniciada en el siglo XII,
fue renovada durante el siglo XV con una cubierta a base de bóvedas de crucería
gótica. De su primitiva construcción románica se conserva la portada, la
capilla mayor, un rosetón, y el muro meridional. A los pies del edificio se
levanta una torre de origen románico alterada con elementos barrocos. Es la
sede de la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de
San Ildefonso y San Atilano de Zamora.

 

-Iglesia de San Claudio de Olivares: Es considerada como la
más antigua y valorada por sus capiteles, ofrece una rica decoración
escultórica tanto en las arquivoltas del pórtico como en los capiteles de las
columnas del interior. Los documentos disponibles datan la iglesia sobre el año
1176, constituyendo el núcleo del arrabal de Olivares.

Otros monumentos de la ciudad de Zamora

– Castillo de Zamora: Una de las obras más importantes de
esa primera cerca de murallas fue la construcción del Castillo de Zamora, a
mediados del siglo XI. Situado en la parte más alta de la ciudad, se asienta
sobre roca y se adapta de forma natural a la superficie irregular del terreno.
Tiene planta romboidal, sobre la que destacan tres torres (dos pentagonales y
una heptagonal), además de la Torre del Homenaje, la más alta, que servía de
último reducto de defensa. El castillo está flanqueado por un foso de gran
profundidad, al que se accedía a través de un puente levadizo. Tras varios años
de reformas, actualmente alberga el Museo Baltasar Lobo. El castillo y su
parque anexo son un excelente mirador sobre el río Duero y el conjunto
catedralicio.

– Puente de Piedra o Puente Nuevo: Construido en el siglo
XII sobre el río Duero, el Puente de Piedra es uno de los cinco que posee la
ciudad, aunque en su época era el único paso posible para comunicar los barrios
del arrabal con el centro histórico. De estilo románico, este puente consta de
dieciséis arcos apuntados y una longitud de 250 metros. Fue levantado para
sustituir el destruido puente romano, por ello también es conocido como “Puente
Nuevo”. Inicialmente tenía dos torres en sus extremos, que cumplían una triple
función: elemento de vigilancia, control de mercancías y cobro tributario del
portazgo.

 

– Palacio de Arias Gonzalo o Casa del Cid: Situado frente a
la Catedral, el Palacio de Arias Gonzalo es una de las muestras de arquitectura
civil románica que se conservan en España. La parte más antigua del edificio es
la fachada que se encuentra adosada a la Puerta del Obispo, formando parte del
primer recinto amurallado de Zamora. El edificio debe su nombre al aristócrata
zamorano y albacea del rey Fernando I, Arias Gonzalo, aunque también es
conocido como Casa del Cid, pues existe la leyenda de que el mismísimo Rodrigo
Díaz de Vivar se crio en esta vivienda. Actualmente es una casa particular,
pero está declarada Monumento Histórico Artístico.

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