La rivalidad entre ultras del PSG y del Lyon ha provocado el incendio de dos autobuses llenos de aficionados que viajaban a Lille para ver la final de la Copa francesa entre los dos equipos. Los radicales de los dos equipos coincidieron en un peaje de la autopista y comenzaron a pelear lanzando bengalas y rompiendo ventanas de los dos buses que acabaron incendiados. Los ultras del Lyon cercaron a los del PSG, que respondieron incendiando dos autobuses de aficionados del equipo rival.
La final fue considerada de alto riesgo por la división de la policía nacional para la lucha contra el vandalismo, que situó el nivel de amenaza en cinco en una escala de cinco, según RMC Sport.
La final de la Copa de Francia no se disputa en París, como es costumbre, sino que se ha trasladado al estadio Pierre Mauroy de Lile por los preparativos de París para los Juegos Olímpicos de este verano. La final es el último partido de Kylian Mbappé con el PSG.
La rivalidad entre los ultras de los dos equipos viene desde hace tiempo y este es un incidente más en una temporada marcada por la violencia de los ultras en Francia. En diciembre un seguidor del Nantes fue asesinado a puñaladas por un conductor que transportaba a seguidores del Niza antes de un partido de liga. El partido de liga entre Montpellier y Clermont fue suspendido en octubre después de que un aficionado del Montpellier arrojara al campo un petardo que explotó cerca del portero del Clermont, Mory Diaw.
El partido de liga entre Marsella y Lyon que se disputaba también en octubre fue pospuesto después de que el entonces entrenador del Lyon, Fabio Grosso, sufriera una grave lesión en la cabeza cuando el autobús del equipo fue golpeado por objetos arrojados en el camino al Stade Velodrome, rompiendo algunas ventanas. El profundo corte de Grosso sobre su ojo izquierdo requirió puntos y llevaba un gran vendaje alrededor de su cabeza. Dentro del estadio, también se vio a los seguidores del Lyon haciendo saludos nazis y gestos y gritos de mono.
