Novak Djokovic ha decidido aceptar la invitación del ATP 250 de Ginebra, por lo que la semana próxima la va a tener ocupada compitiendo y no descansando y entrenando ya en las instalaciones de Roland Garros, torneo que se disputa entre el 26 de mayo y el 9 de junio, y que es el gran objetivo del tenista serbio. Esto supone un cambio en la rutina del número uno del mundo, que históricamente jugaba Roma y dejaba libre la semana anterior al Grand Slam. Sólo en 2021 no lo hizo, en un año todavía extraño por la pandemia, pues el torneo de París se retrasó una semana. Nole jugó antes en Belgrado, en su casa, y la verdad es que el resultado fue bueno, porque ganó ese título y después conquistó la Copa de los Mosqueteros, superando en semifinales a Nadal, una de las tres veces que el español ha perdido en el torneo en el que es leyenda (o más leyenda todavía) con sus 14 coronas.
Un año complicado
El cambio de plan demuestra que Djokovic busca confianza y rodaje después de un 2024 extraño. No le fue bien en la pista dura, ni siquiera en el Open de Australia, donde es el rey y donde esta vez Jannik Sinner le destronó con claridad en semifinales. Después rompió con su entrenador, Goran Ivanisevic. En tierra batida comenzó con unas prometedoras semifinales en Montecarlo, donde le superó Casper Ruud; pero en Roma, una cita que ha conquistado seis veces, se estrelló contra el sorprendente chileno Alejandro Tabilo en su segundo partido. El serbio siempre dice que la tierra es la superficie sobre la que más le cuesta adaptarse.
Posible estreno ante Murray
Pese a su posición en el calendario y que es un ATP 250, el cartel de Ginebra no está nada mal y ya en su estreno Nole puede tener a un viejo conocido como oponente, un clásico: Andy Murray. El escocés tiene que vencer antes al alemán Yannick Hanfmann. Si se cruzan, sería el enfrentamiento 37 entre Djokovic y Murray, con 25-11 en los precedentes en favor del serbio. También están en el cuadro de Ginebra tenistas como Ruud, que defiende título, y el estadounidense Taylor Fritz.
Un Roland Garros abierto
Esta edición de Roland Garros se presenta más abierta que nunca, con las dudas de Djokovic, las de Nadal y Alcaraz por lesión y la posible baja de Jannik Sinner.
