La palabra de moda

La palabra de moda

En Ferraz han puesto de moda la palabra “bulo”; de esta forma quieren convertir en nada el asunto de las maletas de Delcy, y así lo ha asegurado Ábalos en esa inútil sesión de control del Senado, pese a que Koldo, su escudero y paladín, haya dicho que él las vio: seis grandes y seis pequeñas, pero que ni muerto hablaría de ello. Esos interrogatorios institucionales son una pérdida de tiempo porque las repuestas serán siempre embustes chulescos, como está palmariamente demostrado. Las cartas de recomendación de Begoña Gómez, firmadas de su puño y letra, tampoco son bulos y recuerdan mucho a los enchufes del franquismo, cuando todo se conseguía a través de amistades influyentes o nepotismo. Para ejemplo véase a Carlos Ocaña, autor de la tesis plagiada del presidente, a quien le ha caído como premio un puesto en el consejo de administración de Telefónica. ¡No te quiero decir lo que hubiera sido un texto no plagiado! Como tampoco son un bulo las palabras de Puente sobre el presidente argentino. Milei no necesita ingerir sustancias porque la vehemencia la trae de serie. Ni el viaje a Washington del pequeño seminarista, o sea del ministro Albares, para comunicar a Blinken que España reconocerá al estado palestino el próximo 21 de mayo. El caso es ir haciendo amigos, o sea, provocar crisis diplomáticas entre países. Y todo así en la chispeante semana, en la que el caudillo que padecemos ha lucido palmito por toda Cataluña en la ya felizmente rematada campaña electoral de la región. Veremos esta noche en qué queda todo o si tendremos que padecer unos nuevos comicios, además de las europeas que se nos avecinan. No ganamos para elecciones, ni tampoco para aburrimiento. Una de las frases más conmovedoras ha sido la de Puigdmont cuando el Sabadell rechazó la primera oferta del BBVA; dijo que le gustaba mucho esa actitud de banco de obediencia catalana. Será que ha olvidado que la entidad cambió de arraigo en 2017 cuando trasladó su sede a Alicante, como muchas otras empresas que salieron zumbando desde ese año hasta 2023. Un total de ocho mil, sobre poco más o menos. Pero dejemos ese pequeño detalle. La cosa es que ahora el banco con sede en Bilbao se ha puesto en plan Corleone y cuando antes ofrecía al Sabadell 20.000 millones por la fusión –más bien absorción-, ahora ofrece nada. Es lo que tienen las opas hostiles. De este modo ha dejado al gobierno con el trasero al aire y sin otra opción que expresar rechazo para no desmarcarse de los independentistas. Veremos mañana qué pasa, una vez conocidos los resultados y los detalles en nuestra región mediterránea del noreste del país. En mi cabeza resuena “Mi par d’udir ancora”, en la voz de Enrico Caruso, como en la película Match point de Woody Allen, y me pregunto para quien será ese punto del partido en todo este mogollón. Aunque para partido el del Madrid con el Bayern. Toda la afición infartada.

CODA. La imágenes más sobresalientes de estos días pasados han sido las de la toma de posesión de la enésima presidencia de Putin, con todo el lujo y todo el poderío a sus pies. También fueron buenas las de Macron con su poco elegante esposa, a mi modo de ver, pese a ser imagen de una conocida firma francesa, y a Xi Jinping y señora, haciendo migas con la anterior. Se fueron los cuatro a almorzar a los Alpes y Xi quedó en garantizar una tregua durante las Olimpiadas, absteniéndose además de vender armas a Moscú. A ver si es verdad.

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