Una generosa lluvia cae sobre Barcelona, el episodio más largo y cuantioso del último año. Pere Aragonès (Pineda de Mar, 41 años) llega a la entrevista con este diario paraguas en mano. Sonriente. “Es una buena noticia que llueva”, afirma el president y candidato a la Generalitat por Esquerra Republicana. No es el único chaparrón que ha vivido esta campaña: encajonado entre el socialista Salvador Illa y el cabeza de cartel de Junts, Carles Puigdemont, el republicano busca convencer al electorado vendiendo su gestión y ofreciéndose como un líder, como se define, alejado del perfil testosterónico y sin vocaciones mesiánicas.