Al día siguiente de disfrutar de la gloria de la alfombra roja, con el estreno el viernes por la tarde de Kind Of Kindness en la competición del festival de Cannes, a Yorgos Lanthimos (Atenas, 50 años) le toca lidiar con la prensa mundial. En un estudio de televisión el cineasta se sienta con las manos en las rodillas y comienza a responder en su inglés impoluto, con simpatía. Cuando el periodista rechaza el ofrecimiento de una bebida por parte de una publicista, Lanthimos bromea: “Los españoles beben como los griegos. Lo mismo nos viene bien para la entrevista”. Se le ve relajado, tras una temporada de locura: la posproducción de Pobres criaturas, larga por los efectos digitales, le permitió rodar Kind Of Kindness, y el remate de esta le coincidió con el León de Oro el pasado septiembre en Venecia, y una larga temporada de premios que acabó en los Oscar, donde su mezcolanza de feminismo y Frankenstein se llevó cuatro estatuillas de 11 nominaciones. “Necesito un respiro”, confiesa. “Pero como el guion de Kind Kindness [que se estrena en España el 28 de junio] se había ido construyendo con los años, pudimos preproducir y filmar rápido”. Y de la mano, por tercera vez, de Emma Stone. Por ahí comienza la charla.