Aterrizan en Níger los 100 primeros instructores rusos

Aterrizan en Níger los 100 primeros instructores rusos

Los pronósticos se cumplieron y los primeros 100 instructores rusos han aterrizado este miércoles en Niamey, Níger, para completar el póker ruso en el Sahel. Ya es oficial: el Kremlin cuenta con tropas estacionadas (entre instructores, Wagner integrados en Africa Corps y Fuerzas Armadas rusas “puras”) en Mali, Burkina Faso, Níger y Sudán, y sólo faltaría Chad para asentar su influencia en todos los accesos que cruzan el Sáhara.

Según informó la Alianza de Estados del Sahel en la noche del jueves, Níger habría adquirido en el marco de su cooperación militar con Rusia un “sistema de última generación” para reforzar su defensa aérea y proteger a la nación africana de “amenazas aéreas, incluidos drones y aviones de combate”. Las informaciones apuntaban a que dichos sistemas llegaron a Niamey acompañados de 100 instructores del ejército ruso que se encargarán de su instalación y de la formación de militares nigerinos en su uso, con vistas a garantizar la ansiada independencia armamentística que marca la hoja de ruta de las juntas militares del Sahel.

Las reuniones entre representantes del ministerio de Defensa ruso y la junta militar presidida por el general Tchiani llevaban sucediéndose los últimos meses, provocando, entre otras cosas, un choque frontal con la diplomacia estadounidense y la petición de los nigerinos de que Washington repliegue a los 1.000 soldados que tiene estacionadas en el país africano para colaborar en la lucha contra el yihadismo armado. Cabe a recordar que las tropas francesas ya fueron expulsadas del país en el pasado mes de diciembre y que hace meses que la seguridad del flanco sur de la OTAN corre en exclusiva a cargo de Rusia y de los ejércitos nacionales del Sahel. Sin embargo, el material escogido por Níger para iniciar la esperada colaboración con Rusia no deja de ser representativo. El nuevo sistema de defensa aérea para proteger su territorio de “drones y aviones de combate” no está dirigido tanto a la lucha antiterrorista como a la defensa del país en el caso de ser atacado por terceras naciones (los yihadistas no tienen aviones de combate y su uso de drones es anecdótico), en clara referencia a las tensiones que se iniciaron durante el verano de 2023 entre las naciones integradas en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Alianza de Estados del Sahel (AES).

Resulta interesante destacar que la crisis diplomática en curso entre Níger y Estados Unidos concierne a la base aérea estadounidense en suelo nigerino y que la junta militar desea libre de presencia norteamericana. La adquisición de sistemas de defensa aérea en el contexto de en que se encuentra la Base Aérea 201 no deja de aportar un significado simbólico a la que se considera la primera colaboración palpable entre Rusia y Níger.

Otras novedades en el Sahel

Aunque no es esta la única noticia de los últimos días en el Sahel. La junta militar que gobierna en Mali suspendió este miércoles a todos los partidos políticos del país tras acusarlos de “desestabilizar” la situación política y con el argumento de que su suspensión es necesaria para garantizar la transición democrática que el coronel Assimi Goita prometió que concluiría este 2024. La Alianza de Estados del Sahel emitió un comunicado calificando la decisión como “una fuerte señal a todos aquellos que intentan desestabilizar el país o frenar su progreso”, animando a todos los malienses a que “se unan detrás de Assimi Goita para considerar un futuro mejor para su país”. Además, la junta militar prohibió a los medios de comunicación nacionales difundir ningún tipo de información relacionada con los partidos políticos o asociaciones de carácter político, sea cual sea su procedencia.

Pese a que Naciones Unidas instó inmediatamente a la junta militar para que revocara el decreto que elimina la oposición política a Assimi Goita, desde Bamako han hecho oídos sordos a la advertencia y la posibilidad de una transición democrática parece tratarse de una alternativa altamente improbable en un futuro próximo. Nadie duda que no habrá elecciones presidenciales este 2024 en Mali, pese a lo prometido en repetidas ocasiones, mientras la etiqueta del autoritarismo se refuerza en el país africano bajo el argumento de que la prioridad actual es combatir a los grupos armados (insurgentes de Azawad y yihadistas) que amenazan la integridad del territorio nacional.

Otra noticia destacable tuvo lugar este lunes en Burkina Faso, cuando la junta militar liderada por el capitán Ibrahim Traoré prohibió hasta nuevo aviso las importaciones de harina de trigo a todas las empresas de consumo. En un comunicado emitido el mismo ocho de abril, se informó de que el trigo se verá a partir de ahora sujeto a una “Autorización Especial de Importación”, y que dicha autorización quedaba igualmente suspendida hasta próximo aviso. El comunicado concluía facilitando un contacto telefónico mediante el cual sería posible contactar con las autoridades para denunciar a aquellos que sean sospechosos de incumplir la prohibición.

No se ofrecieron más explicaciones. Burkina Faso inició a comienzos de 2024 un programa experimental destinado a la producción de trigo en su territorio, en aras de una independencia alimentaria del país y que está considerada como uno de los objetivos principales de Traoré, ya sea mediante la producción de trigo, pero también de arroz y de maíz. El programa, sin embargo, todavía no ha concluido su fase experimental y surgen dudas sobre cómo se alimentará a la población local hasta el momento en que Burkina Faso obtenga esta deseada autosuficiencia alimentaria. Traoré ya aumentó en 2023 los impuestos derivados de la importación de arroz, también con la intención de incentivar el consumo interno y disminuir la dependencia en los proveedores externos.

Alex Anfrus, periodista y autor del libro Níger: ¿otro golpe de estado… o la revolución panafricana?, considera que la decisión “es límpida acerca de su objetivo [el de Traoré] acerca de su objetivo de la soberanía alimentaria. El modelo agrícola de monocultivo fue desarrollado por la administración colonial y la colonización cultural les quiso convencer de que ciertos cultivos no estaban adaptados al clima local. Pero ahora todo se está cuestionando y es la hora de la innovación, el desarrollo y la tecnología con el apoyo ruso”. No cabe duda de que Traoré persigue con ahínco la independencia alimentaria y energética de Burkina Faso y que Rusia es su principal valedor en este ámbito. Sólo puede esperarse que no concentre todos sus cultivos de trigo en el mismo territorio, no sea que los yihadistas que hicieron de Burkina Faso el país más afectado por el terrorismo en 2023 piensen y decidan controlar los cultivos y cortar el suministro de alimentos a la población local.

Níger compra sistemas de defensa contra una amenaza fantasma, Assimi Goita suspende los partidos políticos en busca de una democracia a su medida y Burkina Faso arriesga su supervivencia a una carta que podría darle la deseada autosuficiencia alimentaria de resultar ganadora. Es otra semana en el flanco sur de la OTAN.

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