El día que Simple Minds puso en pie a los valencianos

El día que Simple Minds puso en pie a los valencianos

Convertida hoy en una banda de leyenda, vuelve a cumplirse un año más y van ya 38, del mítico concierto de Simple Minds en el campo del Levante, aquel domingo 17 de agosto de 1986.

Cada verano alguien lo menciona y la máquina de los recuerdos vuelve a ponerse en marcha, con toques de nostalgia y refresco de la memoria más melódica. El concierto de Jim Kerr y su grupo, único en España en esa gira y en pleno éxito mundial con «Once upon a time», marcó un antes y un después, aunque sus promotores, Napoleón Beltrán, Emilio Ruiz y Jack Cotraue ya iban haciendo camino y colocando a Valencia en el foco de la música desde Pachá Auditorium. Vendrían muchos más pero había que sudarlos y los sudaron. Tina Turner o Prince por ejemplo.

No hay que olvidar que a última hora se disolvió The Waterboys, el grupo de culto con muchos seguidores que iba a actuar para abrir la velada, lo que defraudó a muchos espectadores con entrada, que los preferían y vinieron de muchos kilómetros, pero que los valencianos Comité Cisne, fichados la noche de antes, estuvieron a la altura de su categoría, salvando con mucha clase el contratiempo y ofreciendo un gran concierto.

Hay mucha información más o menos contrastada y muy pocas fotos porque faltaba una década para los primeros teléfonos móviles y para internet y más de veinte para los inicios de redes sociales como Facebook.

Sobre aquel gran espectáculo ante más de 33 mil espectadores, en el mejor momento de los de Glasgow se ha escrito y contado detalles en decenas de medios de comunicación, pero hay información nunca publicada o de crónicas previas y posteriores sobre el ambiente y los tres días que la banda de Jim Kerr disfrutó en Valencia.

El ambiente era increíble e inédito en toda la ciudad de la mañana a la madrugada y ellos se contagiaron. Fueron muy felices en Valencia y nunca olvidaron ese viaje. Como detalle del promotor, Napoleón Beltrán, me permitieron vivirlo de primera mano con la producción y al lado del carismático líder del grupo. No me lo tuvieron que contar. Por ejemplo, el «fichaje» de Comité Cisne se llevó a cabo a pocos metros de Jim Kerr, la madrugada anterior, en el pub-chiringuito Duna, en la arena de la playa de La Malvarrosa que estaba repleto de gente, como todos los demás, mientras sonaba el gran éxito del grupo a toda pastilla, «Don’t You (Forget About Me)». Los chicos de Comité Cisne jugaban al futbolín y al verles se les propuso de sopetón semejante responsabilidad que el promotor Napoléón Beltrán negociaba con su manager Vicente Mañó a pocas horas del concierto.

La gente bailaba y cantaba las canciones del grupo a todo pulmón a la luna de Valencia, sin darse cuenta la mayoría de que tenían al líder tomando cerveza en la misma barra.

Los escoceses se pusieron «moraos» de comer mazorcas asadas, «panojas» de un puesto ambulante playero. No las conocían y les encantó a Jim y a otros del equipo que ya por entonces eran vegetarianos.

Si no lo impide el tour manager de la banda, un tal Bruce que había tenido un chiringuito en Mallorca en los sesenta y que recorrió España de mochilero, hubiera organizado un partido de fútbol antes del concierto, entre escoceses y valencianos que habría valido la pena ver, pero que suponía un riesgo físico que hubo que paralizar.

La prensa estaba pendiente por si aparecía Chrissie Hynd, casada con Jim Kerr hacía un año y cantante de los Pretenders. Pero no, estaba grabando en USA un nuevo disco.

La noche del viernes, recién llegados, llevaron al grupo al hotel Monte Picayo para comer un arroz de langosta de la que no sobró ni un grano. La cantante de N.Y. Robin Clarck, que grabó con el grupo el «Once upon a time» y cantaba en la gira, como más tarde hizo con David Bowie, repitió tres veces. Por su atuendo no pudieron pasar al casino como era su intención. Por entonces la corbata era obligatoria para entrar.

La víspera, el sábado 16, después de Duna, ya con amigos valencianos, estuvieron en Vacalao, el pub de Pepe Luna, delante de Dream’s Village en la playa de Pinedo, que estaba de moda, para acabar en Spook Factory pero solo para tomar una copa o eso aseguraron.

“Don’t You (Forget About Me)” la canción estrella del álbum que en principio no querían grabar porque no era de su autoría, se convirtió en un himno de los años 80 que alcanzó el número 1 en los Estados Unidos y Canadá. También alcanzó el número 7 en la lista de sencillos del Reino Unido y llegó al top ten en las listas de todo el mundo, incluida España. El momento no podía ser más oportuno.

Con el concierto de Valencia finalizaban una gira espectacular cuyo broche de oro no podía haber sido mejor elegido.

Desde ese 17 de agosto de 1986, Valencia es un referente para la influyente banda escocesa, que vuelve una y otra vez y más para un hoy maduro Jim Kerr que guardará de por vida un fascinante recuerdo de esa mágica estancia en Valencia, como fascinante es el recuerdo de quienes vivimos la experiencia.

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