Cristiano Ronaldo tiene muy claro que el dinero va y viene,
aunque en su caso parece estar estancado en su abultada cuenta corriente. Es
por ello que lleva años pensando en la jubilación como futbolista, armándose de
numerosos negocios con los que amasa fortuna que le aseguren el sustento durante
unas cuantas generaciones. Entre ellos está la empresa inmobiliaria que fundó
para gestionar sus activos y sacarle la mayor rentabilidad posible. Sin
embargo, en Madrid se ha topado con inconvenientes que no tuvo en cuenta y que
le dificultan dar el pelotazo que estaba preparando desde el pasado mes de
diciembre.
La idea del chico de Georgina Rodríguez era venderse a sí
mismo el piso de lujo de 125 metros cuadrados que adquirió en 2019.
Concretamente, su inversión en la capital se encuentra en una privilegiada
zona, en la octava planta del Centro Canalejas, edificio en el que también se
levanta el exclusivo Hotel Four Seasons de Madrid, además de una galería
comercial con algunas de las firmas más privativas del mercado. Pero también
hay espacio para 22 viviendas privadas, cuyos afortunados dueños pueden
presumir además de ser vecinos del jugador luso. Al menos hasta ahora, pues su
intención es que su exclusivo piso, valorado en 3,5 millones de euros, pase a ser
propiedad de su empresa inmobiliaria Domum Septem Unipessoal LDA.
Si el proceso de transacción se inició el pasado mes de
diciembre de 2023, ahora está paralizado. Y es que antes de continuar con los
trámites debe dar a conocer su intención de venta a tres organismos que velan
por la protección de los intereses de una residencia considerada Bien de
Interés Cultural (BIC). Con ello, hasta que no les comunique su deseo de
deshacerse de esta propiedad al Ministerio de Cultura y Deporte, a la Comunidad
de Madrid y al Ayuntamiento de la capital, no podrá vendérsela a su propia
empresa. Esto es debido a que dicha protección sobre esta vivienda de lujo cercana
a la Puerta del Sol podría ser adquirida por alguno de estos tres organismos
institucionales mencionados, realizando su propia oferta y tentando al jugador
a que cambie de planes, como así detallan desde ‘El Periódico de España’.
Si ninguno de ellos se muestra interesado en hacerse con su
propiedad, ya darían luz verde al jugador luso a realizar su transacción
estratégica y vender la casa a su empresa especializada en la compraventa,
arrendamiento y gestión de inmuebles. Pero todo esto no se trata de una
jugarreta que se le ha hecho a Cristiano Ronaldo, sino que se trata de un
proceso de protección de los bienes de interés cultural de la capital. Y es que
el futbolista quiso ser dueño de una parte de historia de Madrid, al adquirir
un piso de lujo en el que fuese el edificio del Banco Hispano Americano y la
sede histórica del Banco Español de Crédito, que fueron protegidos por esta
consideración especial en 1977.
Ahora bien, incluso aquí hay cierto lío. Y es que esta cláusula
dejó de englobar a las viviendas en 2013, sino tan solo a la fachada, para
permitir que se levantasen tres pisos más en el edificio, donde precisamente
tiene Cristiano Ronaldo su inversión de 3,5 millones de euros. Pese a ello, los
propietarios que desean vender su casa deben seguir informando a los tres organismos
anteriormente citados, aunque parece que el proceso es lento y aún no ha
recibido respuesta en firme. Le toca esperar para saber si se vende a sí mismo
su casa o recibe una oferta mejor que le haga replantearse sus planes.
