Arganzuela, el barrio de los matarifes de Madrid

Arganzuela, el barrio de los matarifes de Madrid

Ahora que tanto se habla de vivienda protegida, obra social o Planes de Urbanismo con precio limitado, merece la pena recordar que… poco hay inventado y sí reinventado o adaptado a las necesidades de hoy en día con mayor o menor éxito. En ese sentido, y para los trabajadores del cercano matadero de Madrid se levantó un conjunto de casas, similares, de factura elegante, que recuerda a otros barrios de postín de la capital, aunque ni las medidas ni la factura de la construcción, a poco que se compare, sea similar.

Ahí, en esa esquina de aquel Madrid, en el triángulo que conforman el Paseo de la Chopera, el Paseo de las Delicias y la calle Guillermo de Osma se encuentra una colonia de casas amarillas, homogéneas que se llaman, desde que fueron levantadas, Colonia del Pico de Pañuelo en el distrito madrileño de Arganzuela cerca de Legazpi.

Como tantas otras colonias de las llamadas «casas baratas», algo similar a las viviendas protegidas de hoy en día, tienen unas características similares. No en vano, la disposición homogénea de casas de este barrio fue diseñada y construida entre los años 1927 y 1930 por el arquitecto municipal Fernando de Escondrillas. Todo, acorde con el paternalismo imperante en la época, para los trabajadores del contiguo matadero de la capital. Un conjunto de edificaciones que hoy son un centro cultural de primer orden, pero que entonces buscaban calmar el hambre de carne de la capital.

Esta casas del Pico del Pañuelo son una incursión en la arquitectura moderna que llevó a que la nueva colonia fuera de las primeras construcciones de viviendas en emplear hormigón armado en su esqueleto.

En definitiva hablamos de 74 edificios, con un aspecto similar, casi idéntico, que contiene más de mil quinientas viviendas, en apartamentos de menos de 50 metros cuadrados. Las casas, en una relevante novedad para la época, se agrupan en cinco módulos triangulares.

La constructora, como en otros casos similares, y ante la falta de vivienda en la capital, fue la Sociedad Constructora y Beneficiaria de Casas Baratas. A ella se debe la iniciativa que situó estas casas frente al lugar de trabajo de aquellos hombres, los matarifes de Madrid.

A un paso de Legazpi, cada edificio posee cuatro pisos y ático, y cada planta cuatro viviendas. De un color amarillo pálido, esa característica marcó al conjunto: esa color definió su nombre popular en el barrio: «Donde las casas amarillas». Así eran conocidas por todos los habitantes de Madrid.

Su otra denominación, «las casas del Pico del Pañuelo» se debe a la forma triangular de la barriada vista desde un mapa en planta, imitando al de un pañuelo doblado. Algo que sin duda hoy en día estaría cambiado. En aquel entonces todos llevaban en sus bolsillos pañuelos, por lo que pudiera pasar. Algo que en nuestros días no sucede. Los pañuelos de tela han pasado a la historia. También.

Como apuntamos, estas viviendas fueron las primeras construidas en España con vigas de hormigón armado, siendo esta una de las razones por las que sobrevivieron a la Guerra Civil. Su emplazamiento, cercano a las líneas del frente de batalla hizo temer a muchos por la supervivencia arquitectónica de este conjunto del Pico del Pañuelo. Otra cosa es que sus habitantes, los matarifes, tuvieran mucho que hacer, ya que el desabastecimiento que lleva aparejado toda guerra dejó a muchos de aquellos hombre sin trabajo, cuando no en el frente.

Hoy el Pico del Pañuelo, las casas amarillas de Legazpi, son inconfundibles por su aspecto y también historia de la calidad y los adelantos arquitectónicos en la ciudad, con el uso del hormigón armado. Un barrio obrero que marcó una época.

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