El partido entre el Girona y el Barcelona es el partido que decide quién toma ventaja en la lucha por el segundo puesto de LaLiga, a falta de cuatro jornadas. También puede certificar la presencia del Girona en la Champions, que es virtual aunque no matemática, y el alirón del Real Madrid, si pierde o empata el equipo de Xavi. Al descanso, todo indicaba que se iba a llegar 1-1 (marcó Christensen y un minuto después, Dovbik), pero entonces sucedió esta jugada.
Miguel Gutiérrez golpea en la pierna de apoyo de Lamine Yamal y Hernández Hernández no señaló nada en un primer momento. Es más, Sergio Roberto vio tarjeta amarilla por protestar esa acción. Pero desde la sala del VAR Martínez Munuera indicó al canario que la fuera a revisar. Después de verlo en el monitor, cambió de opinión: señaló pena máxima, que transformó Lewandowski para poner el 1-2 momentáneo. Pero todavía quedaba toda la segunda parte.
