Una vez al año, el flirteo más o menos discreto entre el poder de Washington y la prensa que lo cubre se convierte en otra cosa: una noche de amor tórrido a la vista de todo el mundo. Sucede con motivo de la celebración de la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, una tradición en la que libretas y micrófonos quedan a la puerta del gigantesco salón del hotel Hilton donde se celebra para dejar paso a una velada de compadreo o, según se mire, networking. La fiesta tiene más de un siglo de historia y se celebra tanto en honor de la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de prensa en este país, como del presidente de turno. Fiel a la tradición, Joe Biden ofreció este sábado un discurso jocoso, que salpicó de chistes sobre su avanzada edad, pero, sobre todo, sobre su contrincante republicano en las elecciones de noviembre, Donald Trump.