El gobernante Partido Conservador de Gran Bretaña está sufriendo grandes pérdidas a medida que se conocen los resultados de las elecciones locales, lo que aumenta la presión sobre el primer ministro Rishi Sunak antes de unas elecciones generales en el Reino Unido en las que parece cada vez más probable que el principal partido opositor, el Partido Laborista, regrese al poder después de 14 años.
Los laboristas obtuvieron el control de consejos en Inglaterra que no habían ocupado durante décadas y tuvieron éxito en una elección parcial especial para el Parlamento. Su único aspecto negativo parece haber sido en algunas áreas con grandes poblaciones musulmanas donde los candidatos del partido sufrieron como resultado de la postura fuertemente proisraelí del líder Keir Starmer en el conflicto de Gaza.
Los laboristas ganaron Blackpool South, un antiguo escaño laborista en el noroeste de Inglaterra que se volvió conservador en las últimas elecciones generales de 2019, cuando el entonces primer ministro Boris Johnson obtuvo una gran victoria. En la contienda, provocada por la dimisión de un legislador conservador tras un escándalo de lobby, el laborista Chris Webb obtuvo 10.825 votos, 7.607 más que su oponente conservador, que quedó en segundo lugar.
“Esta victoria sísmica en Blackpool South es el resultado más importante hoy”, dijo Starmer. “Esta es la única contienda en la que los votantes tuvieron la oportunidad de enviar un mensaje directamente a los conservadores de Rishi Sunak, y ese mensaje es un voto abrumador a favor del cambio”.
Las elecciones del jueves fueron importantes en sí mismas, ya que los votantes decidieron quién dirigirá muchos aspectos de su vida diaria, como la recogida de basura, el mantenimiento de carreteras y la prevención del crimen local, en los próximos años. Pero con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, serán vistos a través de un prisma nacional.
Camino despejado para los laboristas
Los resultados hasta ahora proporcionan más evidencia de que es probable que los laboristas formen el próximo gobierno (y por un margen considerable) y que Starmer se convierta en primer ministro. A primera hora del viernes, con apenas una cuarta parte de los 2.661 escaños en juego contados, los conservadores habían perdido 115 mientras que los laboristas habían subido 60.
Los resultados no se conocerán hasta el sábado. Sunak espera poder señalar éxitos, especialmente en varias contiendas clave por la alcaldía, para sofocar los rumores de que el Partido Conservador volverá a cambiar de líder antes de las principales elecciones del Reino Unido, que podrían tener lugar tan pronto como el próximo mes.
La clave para su supervivencia podrían ser los resultados de las elecciones a la alcaldía en Tees Valley, en el noreste de Inglaterra, y en West Midlands. El primero vence el viernes a la hora del almuerzo y el segundo el sábado. Si los alcaldes conservadores Andy Street y Ben Houchen resisten, podría obtener un respiro de los inquietos legisladores de su partido. Si ambos pierden, podría tener problemas. Se espera que el laborista Sadiq Khan siga siendo alcalde de Londres cuando se anuncien los resultados el sábado.
Sunak podría anticiparse a cualquier desafío amenazando con convocar elecciones generales que deben tener lugar antes de enero de 2025. Tiene el poder de decidir la fecha y ha indicado que serán en la segunda mitad de 2024.
