La campaña electoral en Cataluña acaba este viernes sin que, por primera vez en una década, la cuestión independentista haya monopolizado el debate entre los partidos. El malestar por el desmesurado aumento del coste de la vida, la calidad de los servicios públicos, la gestión de la sequía o la falta de vivienda asequible son las cuestiones que han estado en primer plano de la campaña. Así han aflorado las razones por las que hasta un 38% de los ciudadanos ven mala la labor del Gobierno catalán y solo un 16% la defiende, según el último sondeo de 40dB para este periódico.