Más vale prevenir que curar. En el caso del hepatocarcinoma, uno de los tipos de cáncer de hígado más frecuente, este aforismo cobra todo su sentido: “Casi todas las enfermedades hepáticas que causan el hepatocarcinoma se pueden prevenir”, explica Manuel Romero, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que añade que la mayoría de estas patologías tienen una historia natural fácil de predecir: “Progresan hacia fibrosis, cirrosis y, finalmente, hepatocarcinoma. Pero si actuamos antes y las prevenimos no habrá que preocuparse de diagnosticar, tratar y curar”.