Ni corrupción deportiva, ni organización criminal, ni blanqueo de capitales ni estafa a las casas de apuestas. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Huesca, Alicia Bustillo, ha dictado un auto por el que acuerda el sobreseimiento provisional y archivo del sumario del caso Oikos, el que cuando se destapó, en mayo de 2019, fue el considerado el mayor caso de corrupción en el fútbol conocido. A punto de cumplirse cinco años de las primeras detenciones, entre ellas la de los exjugadores Raúl Bravo y Carlos Aranda, a los que los informes policiales señalaban como presuntos cabecillas de la trama, la magistrada concluye en su resolución judicial, fechada el pasado lunes y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, que “no existen indicios bastantes” de que en los cinco partidos investigados, entre ellos dos de Primera ―los que disputaron Real Valladolid-Valencia y Getafe-Villarreal de la última jornada de la temporada 2018-2019― se hubiera producido ningún tipo de amaño. La decisión de la jueza, que ha contado con el respaldo de la Fiscalía, no es firme y puede ser aún recurrida.