Opanin Asare es un experimentado cultivador de cacao con una explotación de cuatro acres en Adawso, en la región oriental de Ghana. Recorre su plantación, visiblemente agotado por el sol abrasador, expresando su preocupación por las malas perspectivas del sector y lamenta el impacto del cambio climático en sus cultivos. “El mal tiempo se ha convertido en un gran desafío para mi trabajo. Mis plantones de cacao estuvieron a punto de morir hace semanas por la escasez de lluvias y el calor extremo. Por desgracia, no puedo controlar el tiempo. Solo puedo rezar para que las cosas mejoren”, lamenta. La frustración de este hombre, que lleva 10 años dedicándose a este trabajo, refleja la cruda realidad a la que se enfrentan muchos cultivadores de cacao en este país africano.