¿Hambre y poco tiempo? Pausa el capítulo de la serie que andes engullendo y coge un buen bote de conservas. Caliéntalo en un cazo, despacio, dejando que el aroma te acaricie la cara, pensando en cómo solucionarán los protagonistas de la serie su encrucijada o no pensando en nada. Luego vuelca ese guiso casero en un plato y cómetelo mirándolo, notando los ingredientes en los ojos y en la boca. ¿Hay algo más fácil para disfrutar de una comida pronta, pero sin prisa, que una gran conserva?