Colombia y Argentina hacen las paces, a pesar de la inocultable animadversión entre los presidentes Gustavo Petro y Javier Milei. En una exhibición de pragmatismo, sus respectivos cancilleres han zanjado este viernes en Bogotá la dilatada crisis diplomática que había provocado el cruce de descalificaciones entre dos mandatarios en las antípodas ideológicas, y los repetidos insultos del libertario argentino, que llegó a tildar de “asesino terrorista” al izquierdista colombiano.