Quién le iba a decir a la sociedad española que la crónica política se iba a poner más interesante y escandalosa que la social. El aviso de Pedro Sánchez de que está sopesando dimitir como presidente del Gobierno ha revolucionando la escena en el Congreso y fuera de él, más por el motivo que por su posible marcha. “Profundamente enamorado” de su mujer, Begoña Gómez, se planta ante lo que dice ser una campaña “de la derecha y ultraderecha” contra él y su familia, sobrepasando unos límites que, alerta, nunca se habían traspasado en democracia.
El origen de este arrebato se encuentra en la decisión del Juzgado de Instrucción número 41 de Plaza Castilla, en Madrid, de abrir una investigación contra Begoña Gómez tras la demanda de Manos Limpias, que la acusa -aportando recortes de prensa como prueba- de tráfico de influencias y corrupción.
Sánchez anunciará su decisión el lunes, pero sus oponentes políticos y ciudadanos ya están frotándose las manos (limpias) imaginando un Palacio de la Moncloa sin él. De hacerse efectiva su marcha, ¿dónde vivirían él y su esposa tras abandonar la residencia oficial del presidente del Gobierno?
Aunque Pedro Sánchez cuenta con varias propiedades a lo largo del territorio nacional, antes de llegar al poder vivió durante unos diez años con Begoña Gómez en un modesto piso de Madrid. Se trata de una vivienda tipo de 80 metros cuadrados, tres habitaciones y dos baños, eso sí, ubicada en una de las mejores zonas de la capital. Además, cuenta con bonitas zonas comunes ajardinadas y con piscina.
Como millones de ciudadanos, el todavía presidente solicitó una hipoteca de cerca de 160.000 euros para adquirir el inmueble, un inmueble en el que, por cierto, siempre ha dicho estar muy a gusto y al que no le importaría volver tras dejar la política.
Sin embargo, siendo honestos, resulta difícil creer que un expresidente -si llegara a dimitir- del Gobierno viviera en un pequeño piso del centro de Madrid, más por cuestiones de seguridad que de espacio.
Además de esta propiedad, Sánchez cuenta con otra vivienda de 40 metros en el centro de la capital, ideal para sacar rendimiento a través del arrendamiento; y un coqueto apartamento vacacional en Mojácar.
Seguro que estos años como presidente ha podido ahorrar una fortuna que le permita expandir su patrimonio inmobiliario. ¿Se decantará por volver a sus orígenes con Begoña Gómez? ¿Empezará una nueva vida junto al mar en Almería? ¿Comprará una nueva vivienda a la altura de su posición? ¿Vivirá en Moncloa otros cuatro años? El lunes saldremos de dudas.
