Sumar respira después de cinco días agónicos en los que el partido había manejado todos los escenarios posibles. Desde una dimisión del presidente del Gobierno hasta unas elecciones generales anticipadas pasando por una moción de confianza, que era el marco más favorable para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Las elecciones anticipadas sumían al partido minoritario de la coalición en una incertidumbre. Pues llegarían en un momento en el que internamente, la coalición en el Congreso se encuentra en el alambre por el difícil encaje con los partidos que la apoyan.
Díaz había presionado hasta el final al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y, por encima de su situación personal, mandó un mensaje en clave, de cara a la posibilidad de que el líder socialista decidiera dimitir. “España no se moviliza para salvar a un partido ni a un Gobierno, sino para salvar derechos”, había avisado en un mitin en Cataluña.
Con el semblante serio y buscando el efecto de socio que tras la reflexión de Sánchez se mostrará más duro en el Ejecutivo e incluso enfadado por la incertidumbre en la que se ha sumido España estos últimos cindo días, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz ha comparecido ante los medios desde el Ministerio de Trabajo tras la determinación de Sánchez de continuar. La vicepresidenta ha escenificado así distancia con su socio en el Ejecutivo y no ha dudado en adjetivos para mostrarse como herramienta canalizadora del sentir ciudadano. “Hoy más que nunca, el pueblo español necesita serenidad, seriedad y un horizonte de país. No nos han votado para convertir nuestros problemas en los suyos”, ha advertido en un primer momento.
Díaz ha exigido que ese “punto y a parte” que Sánchez ha anunciado sea de verdad para que se aborden las urgencias políticas que a su parecer deben tratarse ahora: renovación del Consejo General del Poder Judicial y derogación de la ley mordaza. “Si estamos en un punto y a parte, este punto tiene que sellarse de contenido, de medidas públicas. Tenemos que cumplir íntegramente con el acuerdo de investidura e ir más allá”, ha adelantado la vicepresidenta, unos minutos antes de que sea ella misma quien traslade esta opinión al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien se reunirá de inmediato en Moncloa. La vicepresidenta acude a Palacio tras que ya hayan pasado los ministros más cercanos a Sánchez, la vicepresidenta primera María Jesús Montero, o el ministro de Justicia, Félix Bolaños.
En este punto y aparte, la vicepresidenta ha puesto sobre la mesa dos materias imprescindibles a su juicio. “Debemos democratizar el Poder Judicial. Esta imagen negociando con el PP (la renovación del CGPJ) tiene que ser un punto y aparte”, ha avisado, en un mandato claro a su socio en el Ejecutivo a dejar atrás las negociaciones con los populares. Díaz ha exigido también abordar la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como “ley mordaza”. “No puede ser cuestión retórica”, ha avisado, en referencia al anuncio de Sánchez de continuar. Para Sumar no puede ser perse, debe venir acompañada de un paquete de medidas.
