El eclipse solar de 8 de abril traerá consigo más de cuatro minutos de oscuridad repentina en el norte de México. El fenómeno astronómico más esperado en décadas, cuya expectativa ha desplazado igual a científicos de todo el planeta que a decenas de miles de aficionados para su estudio y observación, detendrá las actividades en las localidades de México, Estados Unidos y Canadá localizadas dentro de la franja de totalidad, un área de menos de 200 kilómetros de ancho donde la oscuridad está garantizada, para fijar la vista en la bóveda celeste.