El Banco de España contrajo en 2023 el mal que aqueja a la gran mayoría de bancos centrales del mundo. Por primera vez en su historia no fue capaz de generar beneficios y solo ha evitado la pérdida después de realizar una cuantiosa provisión, por 6.612 millones de euros, que permite dejar el resultado neto a cero. No habrá por tanto ganancia alguna que transferir al Tesoro Público, que de forma sistemática había recibido las ganancias del Banco de España. Nada que ver con los 2.162,34 millones de euros de beneficios que el banco central inyectó este año al Estado con cargo al ejercicio de 2022.