La tarde del martes 9 de abril, el Congreso debatía si admitía o no a trámite una Iniciativa legislativa Popular (IPL) encaminada a regularizar masivamente a extranjeros residentes en España. Esa misma tarde, Amadou, de 40 años, nacido en Malí, llegado en partera a Canarias hace más de dos décadas, con más tumbos que un feriante y cansado de pelear con la mala suerte, trabajaba en una mudanza en Madrid a tanto la hora sin contrato. Amadou no es su verdadero nombre. Teme que salir en este reportaje sin disimulo perjudique aún más su condición, ya de por sí precaria. Tampoco quiere fotos.