El Festival de Aviñón habla español

El Festival de Aviñón habla español

En el Festival de Aviñón no existen las fronteras ni las nacionalidades. «Miramos al mundo conectado por lenguas». Así es como Tiago Rodrigues –actual director– entiende el legado que dejó Jean Vilar, fundador de la cita en 1947: «Un proyecto curioso, pasional y abierto que conecta dos valores como son la fuerza de las palabras y la mirada internacional de la creación artística». Y es ahí donde, en esta ocasión, el festival cruza los Pirineos y el Atlántico para darle todo el protagonismo al castellano. En palabras de la directora general del Inaem, Paz Santa Cecilia, «una fiesta del idioma hablado a los dos lados del océano» que ocupará el 30% de la programación. La Ribot & Asier Puga, Mariano Pensotti, Gabriel Calderón, Tiziano Cruz, Tamara Cubas, Lola Arias, Chela de Ferrari, Alfredo Sanzol, Yinka Esi Graves, Malicho Vaca Valenzuela… y ella, Angélica Liddell, habitual de una cita francesa que, en la edición de este año, le tocará abrir con «Dämon. El funeral de Bergman». Eso será el 29 de junio y la creadora de Figueras pisará el Palacio de los Papas por primera vez con una pieza que celebrará la vida y obra del cineasta.

Apuesta así Rodrigues por el personalísimo estilo de Liddell como primera bala de una muestra de teatro que se extenderá hasta el 21 de julio. «Esto es un festival de creación y el fin es apoyar a los artistas», defiende un director que programa casi a ciegas: «La mayoría de los montajes son promesas, el 80% se están creando cuando las programamos. Por eso deposito la confianza en ellos. El público, los verdaderos propietarios de esto, nos lo permite y pide que compartamos ese riesgo». Aviñón dicta la norma, legitima carreras, apunta tendencias y apuesta por lenguajes propios.

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Rodrigues entiende el festival que lidera como «un tesoro que pasa de generación en generación», pero no quita la vista de su creador, un Vilar que dejó escrita «la partitura inicial» y que sus sucesores deberán interpretar a su antojo. «Debe hacerse de manera diferente en cada tiempo, aunque la música siempre está ahí. Luego las notas puedes sonar más fuertes o ligeras». Asegura haber comprendido el «código genético de su fundación» tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el objetivo fue el lograr un encuentro alrededor de las artes para que fuera la propia sociedad la que diese con esas imágenes que permitieran la cohesión dentro de la «rica controversia de la democracia», apunta. «La imagen de asamblea colectiva donde gentes muy diferentes estarían en las mismas butacas y viendo la misma obra». Como Vilar dijo, y el director lisboeta sigue a pies juntillas, «si el teatro no sirve para nada si no es una manera de abrir puertas al futuro».

Su futuro (y presente), el de Rodrigues, está en Aviñón, donde los primeros días de verano «todo es teatro». La villa de la Provenza se convierte cada año en «el país del teatro», remarca el director de una «utopía efímera, pero palpable. Se recuerda a la gente que estamos juntos y que hay que proteger los lugares de la sociedad donde las artes nos permiten buscar las palabras para hablar del mundo».

[[QUOTE:PULL|||”Que La Ribot no hubiera estado en Aviñón es un escándalo”, clama Tiago Rodrigues]]

Aviñón se convierte en un escenario gigante. Monumentos, espacios naturales, liceos, gimnasios, cafeterías… absolutamente todo se transforma y se pone al servicio de un arte que este año hablará bien alto en español por expreso deseo de Tiago Rodrigues desde el primer momento que asumió el cargo. Confesó su voluntad de darle «más peso» al castellano y ha cumplido: «Que La Ribot no haya estado nunca en Aviñón es como descubrir que un pescador no sabe nadar. Es un escándalo», se sorprendía. Así que descolgó el teléfono para «resolver este problema histórico». ¿Resultado? María La Ribot y Asier Puga unen música y danza en «Juana Ficción» para hablar de Juana I de Castilla, «la reina olvidada del Siglo de Oro español», denuncian.

También el Centro Dramático Nacional (CDN) ha captado las miradas del portugués como «ejemplo europeo en el trabajo con la inclusión». ¿Resultado? La institución que dirige Alfredo Sanzol realizará por primera vez un estreno absoluto fuera de su sede: una versión libre de Chela de Ferrari de «La gaviota», de Chéjov, donde la directora y dramaturga peruana se acercará al clásico junto a un grupo de intérpretes con discapacidad visual. Además, el CDN ofrecerá las lecturas dramatizadas de Grrrl y El bar que se tragó a todos los españoles, de Sara García Pereda y Sanzol, respectivamente.

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