El Molino de la Fuente del Corcho de Ávila, Premio Hispania Nostra

El Molino de la Fuente del Corcho de Ávila, Premio Hispania Nostra

El molino de la Fuente del Corcho, en San Miguel de Corneja, en Ávila, ha sido reconocido con el Premio a la Intervención en el Territorio o en el Paisaje por Hispania Nostra, por la recuperación de la memoria industrial, cultural y etnográfica.

Durante 14 años se ha trabajado en la recuperación de un molino harinero del siglo XVI y de su entorno. Se han rehabilitado las edificaciones (molino y casa del molinero), así como el ingenio

industrial. Se ha recuperado el camino de acceso al molino, el manantial y la Fuente del Corcho. y gran parte de la flora y la fauna. Se ha reconstruido el caz, el socaz, los aliviaderos, el canal de agua

desde la presa. Se ha recobrado la funcionalidad de las praderas y su entorno, muy degradado por el abandono.

Se ha recuperado el uso de las tierras; facilitado el tránsito ganadero; saneado la pradera, que recibe ganado que la abona y resiembra de forma tradicional- Ello ha mejorado el aprovechamiento ganadero y reconvertido una zona abandonada y olvidada, en un lugar frecuentado por paisanos y visitantes. Para llevar a cabo este importante trabajo, los propietarios han buscado la complicidad no sólo de numerosos profesionales sino también de los habitantes del entorno.

Estas actuaciones han devuelto la vida a un lugar muy apreciado por su población y lo han convertido en un punto de encuentro que revitaliza la vida económica, social y cultural de la zona.

El Jurado ha querido destacar que “el molino constituye el único vestigio completo de patrimonio industrial de Ávila; es un excelente ejemplo de cómo los molinos hidráulicos participaban en un

sistema de control de las aguas que contribuía a mantener el equilibrio ecológico, social y económico de la zona. La intervención en el Molino de la Fuente del Corcho se ha entendido como un todo integral en el que confluyen un paisaje protegido (zona LIC), una arquitectura específica y un ingenio. Se ha convertido al molino en un “monumento” (en sentido etimológico), pues en él se

aúnan historia, tradición arquitectura e ingenio hidráulico-industrial.”

Finalmente, el Jurado reconoce que “el trabajo realizado es un excelente ejemplo de colaboración entre la iniciativa privada, capaz de recuperar un elemento patrimonial con recursos limitados, y la

participación de la población, que ha ayudado y trabajado en distintas labores, considerando el resultado final de la rehabilitación como algo propio que disfrutan, del que se sienten orgullosos y

que comparten con amigos y visitantes”.

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