La mejora de la estabilidad de las tensiones geopolíticas, el impulso de la actividad del sector turístico, la disipación del endurecimiento de la política monetaria sobre la actividad, la recuperación de las rentas reales de los agentes económicos y el impulso fiscal que otorgan los fondos europeos han llevado a los analistas del Banco de España a mejorar las proyecciones de la economía española española en el medio plazo. Así lo ha anunciado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso de los Diputados, en la que ha adelantado la actualización de previsiones que confirmará a mediados de junio, en la que sitúa el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) este año y el que viene en el 1,9% y del 1,7% en 2026, por encima del crecimiento potencial, gracias al buen comportamiento del empleo y al crecimiento de la formación bruta de capital fijo, que vuelve a estar en positivo tras dos trimestres anteriores a la baja.
Sin embargo, pese a que ha reconocido que la economía “se ha estabilizado en un crecimiento a ritmos elevados por encima de los del área del euro” -del 3,7% de España por el 3,4% del área del euro-, Hernández de Cos ha recordado que el PIB per cápita nacional -el promedio de Producto Bruto por cada persona- apenas está únicamente tres décimas por encima de su nivel de finales de 2019, en contraste con lo observado en la UE, donde el PIB per cápita está un 2% por encima de su nivel previo a la pandemia, es decir, 1,7 puntos más.
Pero el gobernador ha lanzado también advertencias sobre un cambio de escenario por la “acusada debilidad de la inversión, el pobre desempeño de la productividad y el agotamiento de algunos vientos de cola que han impulsado recientemente el crecimiento” -que ha relacionado con la intensa corrección de algunas de las perturbaciones de oferta negativas que lastraron la actividad en 2021 y 2022-, y que afectarán negativamente sobre el ritmo de avance futuro de la actividad.
También ha llamado la atención sobre las dudas que han mostrado las empresas por la evolución económica en el corto plazo, a raíz de los resultados de la encuesta del supervisor sobre la Actividad Empresarial (EBAE). En ella se constata que las empresas han percibido en los últimos trimestres un aumento de la incertidumbre sobre la política económica, que estaría afectando negativamente a la actividad de casi el 60% de las compañías. “De mantenerse, estas dinámicas podrían llegar a incidir negativamente sobre las decisiones de inversión empresarial, en un contexto en el que esta se ha mantenido muy débil en los últimos años, y sobre la senda de crecimiento futuro”, ha advertido Hernández de Cos.
Por otro lado, se ha manifestado sobre la posible condonación de deuda a las comunidades autónomas endeudadas con el FLA y ha advertido de que una eventual condonación de deuda “tiene el peligro de generar un incentivo perverso” sobre las comunidades autónomas, al no hacerlas responsables de una decisión de endeudamiento que tomaron en el pasado, lo que provocaría “efectos negativos sobre los incentivos a un comportamiento fiscal disciplinado” por parte de estas en el futuro.
El gobernador ha señalado que al igual que la mayoría de analistas y expertos cree que el actual sistema de financiación autonómica “no es el adecuado”, tras haberse intentado reformar de forma fallida en numerosas ocasione. Para el gobernador esta reforma debe partir de la definición de las necesidades de gasto con algunos criterios objetivos que tengan las comunidades autónomas, de tal manera que se les proporcionen también los recursos para cubrir esas necesidades de gasto. “Creemos que, por supuesto, la dinámica luego posterior, una vez que se haga esto, tiene que ser a través de algunos parámetros que sean objetivos y que sean equitativos también entre las comunidades autónomas”. Además, ha insistido en que la transparencia “es muy importante”, al tiempo que considera relevante aumentar la corresponsabilidad fiscal.
