Ayer por la tarde, saltaron todas la alarmas. A través de un tuit en una red social, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, publicó un tuit en una red social anunciando que cancela su agenda pública los próximos días para «parar y reflexionar» después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias para investigar a su mujer ha traspasado nuestras fronteras. En cuestión de minutos, las portadas de los principales medios incluyeron entre las noticias destacadas de su edición digital el sorpresivo tuit del jefe del Ejecutivo. Además, suscitó una duda, ¿cuál es el papel del Jefe del Estado en la decisión? ¿Fue informado?
La relación entre el Jefe del Estado y el Jefe del Ejecutivo es fluida. Según ha podido saber LA RAZÓN, Felipe VI mantiene contacto permanente con Pedro Sánchez. Lo hacen mediante teléfono o también de manera presencial para despachar los asuntos de interés para la nación como es la decisión del Jefe del Estado de suspender su agenda. Por lo tanto, todo apunta a que el presidente informó de su decisión al Rey.
Ambos estuvieron juntos el día anterior durante la entrega del premio Cervantes al escritor Luis Mateo. Ayer, sin embargo, sus agendas públicas no coincidieron. Mientras Sánchez estaba en el Congreso de los Diputados y conoció la apertura de diligencias contra su mujer, Felipe VI se preparaba para recibir en audiencia a la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, con motivo de su nombramiento y posteriormente, se trasladó al Palacio Real acompañado por la Reina Letizia para ofrecer el tradicional almuerzo al mundo de las Letras.
A la espera de conocer los próximos pasos de presidente y descubrir el lunes si finalmente decide dimitir, en caso de que así sucede, el Monarca volvería a tener un papel decisivo. En caso de que Sánchez dimita, no se podría anunciar la convocatoria de elección porque la Constitución en el apartado 3 del artículo 115, que debe transcurrir “un año desde la anterior” propuesta de disolución. En este caso, Sánchez disolvió las Cortes y convocó elecciones el 29 de mayo del año pasado. Otro escenario, es que la presidencia fuera asumido por un compañero de partido, por ejemplo la vicepresidenta primera. Este escenario implicaría abrir un nuevo proceso de consultas al Rey Felipe VI para proceder a la investidura. Don Felipe afrontaría su décimo primera ronda de consultas de su reinado.
