Ahorrar es fundamental. Y es que no gastar un porcentaje de los ingresos es importante para que una persona pueda hacer frente a contratiempos en el futuro, para vivir los últimos años de su vida de forma desahogada o simplemente para tener una buena salud financiera.
Kimmie Greene se hizo famosa por ser la creadora de la conocida como “Fórmula Greene”. Este sistema consiste en “retar” al trabajador a cumplir una serie de hitos en función de su edad, por lo que cuando llegue a determinados momentos de su vida este ha de tener ahorrado ciertos niveles de su salario anual:
Con 20 años, lo ideal es que el dinero ahorrado del trabajador corresponda al 25% de su salario bruto total en el caso de estar ya trabajando a esta edad.Al llegar a los 30 años, el dinero ahorrado del trabajador debe corresponder al 100% de su salario anual actual. Por tanto, si una persona tiene un nómina de 18.000 euros al año, esta será la cantidad que se deberá tener ahorrada al cumplir esta edad. “No obstante, debido a la precariedad laboral de los jóvenes, ahorrar lo correspondiente a un sueldo anual puede ser muy difícil en la actualidad”, explican desde el blog de la entidad financiera.Con 35 años, el dinero ahorrado del trabajador debe corresponder al doble de su salario anual actual. Por tanto, este ahorro se tendría que duplicar en apenas cinco años, es decir, tener unos 36.000 euros en base al ejemplo anterior.Con 40 años, el dinero ahorrado del trabajador debe corresponder al triple de su salario anual actual.Con 45 años este debe tener ahorrado cuatro veces el salario anual.El dinero ahorrado del trabajador con 50 años tendrá que ser cinco veces su salario anual actual.Con 55 años, lo ideal sería tener un ahorro acumulado de seis veces el salario anual actual.El dinero ahorrado del trabajador con 60 años debe ser siete veces el salario anual ahorrado.Con 65 años, cuando llegue la edad de jubilación, el dinero ahorrado del trabajador debe corresponder a una cantidad igual a ocho veces superior su sueldo anual actual para asegurarse una mejor calidad de vida durante la jubilación.
“Esta fórmula sirve como orientación para poder marcarnos objetivos de ahorro en el largo plazo, pero evidentemente no siempre es fácil conseguirlo, dependerá de las circunstancias de cada persona y del momento económico y laboral”, explica la entidad financiera.
