La salud mental es tan importante como la física, aunque aún existan estigmas y barreras sociales que puedan dificultar a una plena atención y apoyo. Cuidar este ámbito de nosotros requiere de esfuerzos para generar un estilo de vida saludable y un entorno sano, con factores como una buena alimentación, un descanso óptimo o deporte diario. Asimismo, se siguen métodos y reglas para buscar un apoyo emocional, como la regla 3-30-300 que recomiendan los expertos para alcanzar la felicidad y tener buena salud mental y que, sorprendentemente, solo aplica el 5% de la población.
Es importante cuidar la salud mental a lo largo de la vida mediante prácticas de autocuidado, como mantener un estilo de vida saludable, técnicas de manejo del estrés, buscar apoyo social y emocional o estrategias y métodos para sobrellevar los peores momentos.
Sentirse bien consigo mismo es esencial para llevar una vida saludable, así como experimentar emociones de manera equilibrada y ser capaz de manejar el estrés y los desafíos de la vida cotidiana de manera efectiva. Esto involucra tener una autoestima positiva y una buena imagen de uno mismo, tal como aceptarse tanto fortalezas como debilidades.
Cuidar la salud mental es una responsabilidad de todos y requiere un enfoque holístico que aborde tanto los aspectos emocionales y psicológicos como los sociales y ambientales. Por eso, Greenpeace cree que todas las ciudades deberían seguir la regla 3-30-300, el secreto para lograr la felicidad y alcanzar una buena salud mental.
Qué es la regla 3-30-300 y por qué este método ayuda a mejorar nuestra salud mental y alcanzar la felicidad
Según el informe de Greenpeace, esta regla consiste en que cada persona pueda ver al menos tres árboles desde su casa, tener un 30% de cobertura vegetal en su barrio y estar a 300 metros de un parque decente. Aunque parece algo básico, lo cierto es que solo el 5% de la población cumple con esto.
Tal y como indica el estudio del ISGlobal, un 62,1% de la población cuenta con un espacio verde importante a menos de 300 metros, y que el 43% tiene al menos tres árboles a 15 metros de casa. “Sin embargo solo el 8,7% vive en una zona con suficiente verdor circundante”, afirmaban los expertos. Casi el 22,4% no tenía ninguno de los elementos de la regla 3-30-300.
Los estudios demuestran que el entorno físico y social en el que vivimos puede influir en nuestra salud mental y bienestar emocional, de tal manera que factores como la calidad del aire, una vivienda segura o el acceso a espacios verdes pueden afectar a la salud mental en general, en particular a problemas como el estrés la ansiedad o la depresión.
Asimismo, el cambio climático puede repercutir de forma negativa, incluyendo el aumento de las temperaturas extremas, eventos climáticos más intensos, la propagación de enfermedades transmitidas por vectores (como el dengue y la malaria), la escasez de alimentos y agua, y la migración forzada debido a la degradación ambiental.
