El fin de la misión europea de entrenamiento del Ejército de Malí, conocida como EUTM por sus siglas en inglés, parecía inevitable. El acercamiento a Rusia de la junta militar que gobierna este país desde el último golpe de Estado se tradujo en su día en la expulsión de las tropas francesas y en una notable presencia de mercenarios de la compañía privada Wagner combatiendo junto a las tropas nacionales. En la ofensiva conjunta de estas fuerzas contra grupos yihadistas y rebeldes tuaregs se han denunciado pillajes, asesinatos y violaciones de civiles que han terminado por complicar la presencia militar europea. Con este paso, la Unión abandona una zona donde el terrorismo islamista no deja de crecer y donde operan un sinfín de redes que trafican con armas, drogas y migrantes. Una zona, además, con grandes reservas de minerales como uranio y oro, lo que explica el interés que tienen tanto Rusia como China en ocupar allí posiciones.