Con la captura de Fabricio Colón Pico, alias Capitán Pico, cabecilla de la organización delictiva Los Lobos, al Gobierno de Daniel Noboa le queda un último criminal suelto: José Adolfo Macías Villamar, alias Fito. Ambos delincuentes se fugaron de las cárceles en las que estaban recluidos ante la mirada inmóvil del Estado. Sus maniobras de escape pusieron en jaque al recién llegado Gobierno de Daniel Noboa en enero, en medio de una ola de violencia en las prisiones y en las calles que terminaron con la declaratoria del conflicto armado interno para permitir la militarización de la seguridad.