Entre el asado, la milanesa y las empanadas, hay otros platos populares argentinos no tan conocidos más allá del Río de la Plata. Es el caso del revuelto Gramajo, un clásico que cuenta con su lugar en las cartas de los bodegones porteños –y también de otras ciudades del país– y en las cocinas hogareñas. Se trata, originalmente, de huevos revueltos con jamón cocido a los que se les añaden “papas pay” o paille (en España, más conocidas como “patatas paja”).