Hoy, Domingo de la Divina Misericordia

Hoy, Domingo de la Divina Misericordia

Hoy segundo domingo de Pascua es una fiesta litúrgica de gran relevancia: el Domingo de la Divina Misericordia. Aunque es de implantación reciente en el calendario de la Iglesia, ello no le quita importancia, por haber querido la Providencia de una manera rotunda que esta fiesta precisamente fuera establecida para estos tiempos convulsos y de apostasía.

Jesucristo reveló esta devoción a una joven religiosa polaca, hoy santa María Faustina Kowalska, que falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años de edad, y que entonces profesaba en Cracovia, localidad muy próxima a la del nacimiento de su compatriota Karol Wojtyła. Será en esos años previos a la Segunda Guerra Mundial, que comenzó con la invasión de su patria por los nazis y los comunistas en 1939, cuando sor Faustina recibirá el claro mandato del Señor Jesús de escribir un diario recogiendo todas las revelaciones místicas por Él comunicadas. Es el «Diario de Santa María Faustina Kowalska», obra de extraordinario interés para conocer esa devoción.

Fallecida joven, su misión hubiera sido desconocida totalmente si en los designios de la Providencia no hubiera estado previsto todo lo contrario, como Jesús ya le había comunicado: «Hija mía, sé diligente en apuntar cada frase que te digo sobre mi Misericordia, porque están destinadas para un gran número de almas que sacaran provecho de ellas».

El Cardenal de Cracovia Karol Wojtyła culminará su proceso de beatificación en 1967 remitiéndolo a Roma, donde quedará suspendido hasta 1981 y retomado con Juan Pablo II como Vicario de Cristo en la Iglesia. Él la beatificará el 18 de abril de 1993 y la canonizará el 30 de abril de 2000, en ambas ocasiones en Roma y el segundo Domingo de Pascua. El Papa establecerá esa fiesta litúrgica cinco días después, el 5 de mayo, en ese mismo año del Gran Jubileo de preparación del tercer milenio de la era Cristiana.

La imagen del Jesús de la Divina Misericordia con los dos rayos blanco y rojo –agua y sangre– que brotan de su Corazón con la leyenda «Jesús, confío en Ti» es un icono para estos tiempos de tribulación. La hora de la misericordia a las 3:00h de la tarde y el rezo de la coronilla completan y resumen una devoción muy necesaria y extendida entre los fieles católicos. Como le dijo el Señor a santa Faustina en 1937, «éste es el tiempo de la Misericordia. Después vendré como justo juez».

San Juan Pablo II consagró el mundo a la Divina Misericordia en el santuario de Cracovia el 17 de agosto de 2002.

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