El del campo es, quizá, uno de los sectores productivos más desprestigiados y, sin embargo, fundamentales para el sustento de cualquier sociedad. Un ámbito enfrentado a una elevada temporalidad e incluso una importante brecha de género, pero que también es víctima de una imagen arcaica y desactualizada de lo que es y las oportunidades que representa: solo por reemplazo (es decir, para sustituir a aquellos que se jubilan), harán falta casi 310.000 personas de aquí a 2035, según el Observatorio de la FP de la Fundación CaixaBank Dualiza.