Bienvenido, Mister Chery. La antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, que ensambló su último vehículo en diciembre de 2021, se ha vestido de gala este viernes para recibir a la automovilística china Chery, que devolverá a la vida al mayor símbolo de la desindustrialización de Barcelona de las últimas décadas. El fabricante ha escenificado este viernes la firma para la creación de una empresa conjunta con la española EV Motors, para que la automovilística china aterrice en estos terrenos donde fabricará coches de sus marcas Omoda y Jaecoo, mientras que EV Motors relanzará la antigua firma Ebro, que se dejó de producir en 1987 y que ahora cumple 70 años desde su nacimiento. Ambas empresas prometen recuperar 1.250 puestos de trabajo destruidos por el adiós de Nissan. “Es una cooperación estratégica entre dos países. Promoveremos aún más la alta calidad de la industria automotriz española”, ha dicho Zhang Guibing, vicepresidente de Chery International.
La china Chery se pone como objetivo hacer 150.000 coches al año en Barcelona a partir de 2029
