La ciencia detrás de las zapatillas que ganaron la maratón de Madrid

La ciencia detrás de las zapatillas que ganaron la maratón de Madrid

Robarle milésimas a una carrera de menos de 10 segundos es una
tarea ciclópea y en la que cualquier error, aun el más mínimo, se paga muy
caro. Sin embargo, en
la maratón hay dos horas
para compensar por pequeños infortunios. Así, no
es extraño que las marcas especializadas se centren en innovar en carreras de
larga distancia. Así llegamos a septiembre de 2019 cuando
Eliud Kipchoge rompió
la hasta entonces esquiva barrera de las 2 horas en
la distancia de 42.195 metros. Un logro alcanzado, en parte, gracias a una nueva generación de calzado.

Desde entonces han pasado cinco años y si bien el registro no
fue considerado oficial por no haberse llevado a cabo en una competición
reconocida y en las condiciones reguladas, Kipchoge batió el récord del mundo
en 2022 por 30 segundos y un año después, su compatriota Kelvin Kiptum lo
volvió a romper convirtiéndose en el primero en correr una maratón en menos de
dos horas y un minuto. Al igual que Kipchoge, Kiptum también utilizó el último
modelo disponible de Nike. Lo interesante es que, en el apartado femenino, los
récord de maratón los tiene Adidas, mientras que Puma, New Balance y On Running
comienzan a acercarse, forzando la innovación de todo el mercado. Y el
beneficio de quienes corren.

La última innovación de Nike, las que triunfaron en el Maratón
de Madrid en la categoría masculina, son las Alphafly 3. Unas zapatillas que,
de acuerdo con su fabricante, son las más ligeras (198 gramos) y las que más
evaluaciones han pasado hasta la fecha.
Una versión temprana de las Alphafly 3 fueron las que utilizó Kiptum
para establecer la nueva marca mundial de 2:00:35. Pero parte del compromiso de
las marcas cuando utilizan un prototipo en carreras es que este prototipo debe
estar en el mercado en menos de un año y así llegamos a las Alphafly actuales,
diferentes en varios aspectos a las que llevaba Kiptum.

Uno de los primeros científicos en analizar la ciencia detrás
del calzado deportivo fue Wouter Hoogkamer, biomecánico del Laboratorio de
Locomoción de la Universidad de Colorado en Boulder. Gracias a sus análisis,
Nike pudo afirmar con argumentos científicos que las famosas Vaporfly mejoraban la
economía de carrera un 4%.
Las Alpha Fly 3 han mejorado en tres aspectos fundamentales de
acuerdo con Hoogkamer: la entresuela (Zoom X), la placa de carbono y la
tecnología de amortiguación Air Zoom. Vamos por partes.

La espuma en la entresuela, bautizada ZoomX, pero cuyo nombre
es Pebax, es extraordinariamente flexible y resistente. Esas propiedades
permiten que la espuma absorba la energía que aplica un corredor cuando sus
pies tocan el pavimento y devuelva una parte de ella a su paso.

Luego llega el sistema Air Zoom que utiliza aire presurizado y
fibras elásticas tensadas para absorber el impacto y devolverlo, de modo
similar al que se supone actúa una placa de carbono. La diferencia es que estas
cápsulas se encuentran en la parte delantera del pie y por una razón. Cada
corredor tiene una pisada específica y muchos caen primero con el talón y luego
con la punta, otros al revés, pero todos despegan siempre con la punta, es la
última parte del pie en contacto con el suelo hacia la próxima zancada. La
comprensión final y la liberación al despegar el pie aportan un extra de
energía.

Finalmente, está la mítica placa de carbono, la Flyplate, que proporciona
una pisada propulsiva y estable, actuando como una suerte de muelle. Pero hay
más. Los resultados de Hoogkamer también mostraron que la Flyplate mejora la
mecánica del tobillo de los corredores al estabilizar la articulación y reducir
la carga sobre los gemelos. Al mismo tiempo, su rigidez ayuda a mantener los
dedos de los pies rectos, permitiéndoles conservar la energía que de otro modo
gastarían flexionándolos.

El último detalle es el modo en el que, en el interior del
calzado, las Alphafly 3 conectan el talón y el antepié con una parte inferior
continua: esto facilita una transición mejor, entre el apoyo y el despegue,
para diferentes tipos de pisadas, casi llevando a que el pie trace un círculo
de forma natural con cada paso.
Los JJOO de París se avecinan, pero allí no veremos ninguna
innovación, debido a las reglas del COI, pero hasta que lleguemos a París,
seguro veremos nuevos prototipos. Y mejores.

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