Shein se está convirtiendo en el hombre del saco de la industria de la moda rápida. Mientras el minorista asiático se prepara para una posible salida a Bolsa en Nueva York, el líder del sector, Inditex, ignora por ahora la amenaza que supone para su rica valoración. Mientras la advenediza con sede en Singapur se adapta rápidamente a las necesidades de sus clientes occidentales, el dueño de Zara, valorado en 133.000 millones de euros, tiene pocas líneas de defensa obvias.