Hace más de dos años, hablaba sobre la interacción entre geopolítica y economía. Más que una mera influencia, argumentaba que la economía se veía completamente subyugada por la geopolítica en contextos como los actuales. En aquel entonces, analizaba las posibles implicaciones inflacionarias de eventos como una, entonces, hipotética invasión rusa en Ucrania. Si bien reconocía la dificultad de realizar tales predicciones, consideraba esencial explicarlas para facilitar la comprensión de los acontecimientos posteriores.