La máquina de Dios

La máquina de Dios

Los científicos del Laboratorio del Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de materia más potente del mundo, también conocido como “Maquina de Dios”, fue reactivado el pasado lunes 8 por el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) con motivo del eclipse solar, al objeto de buscar moléculas invisibles, cómo atrapar materia oscura, cómo acceder a la “partícula divina” y cómo abrir “portales de gusano” para entrar en otras dimensiones, mediante pruebas para crear las condiciones del Big Bang.

El LHC se encuentra en entre Francia y Suiza, a cien metros bajo tierra. Es un anillo gigante de 27 kilómetros, dentro de cuya estructura los protones, electrones o iones son acelerados en un túnel a la velocidad de la luz. Sus colisiones generan una energía que permite estudiar las partículas fundamentales del Universo, donde solo el 5% de la materia es visible ( estrellas, planetas y galaxias ), siendo el otro 95 % desconocido ( el 27 % materia invisible oscura y el 68% energía opaca).

El Acelerador, en el que trabajan 1.900 científicos, fue reiniciado con la idea de descubrir el misterio de la materia oscura, formada por partículas invisibles que intentarán observar por vez primera al colisionar protones a velocidades sin precedentes. Entre ellas las fracciones subatómicas más abundantes del Cosmos (neutrinos), que podrían revelar información sobre cómo fue el origen de todo.

La materia oscura es difícil de medir. De su composición no se sabe nada, aunque su existencia se comprobó detectarse como se curvan las imágenes en el espacio remoto, dado que esa materia opaca impide el paso de la luz.

El Colisionador también pretende explicar el misterio de cómo viajar en el espacio-tiempo, la famosa teoría de los “agujeros gusano”, que permitiría conectar el presente con el pasado o el futuro. Einstein dijo que el espacio es flexible y puede doblarse, torcerse, deformarse, permite túneles o portales eclipsados que atraviesan el espacio conectando dos puntos entre sí de manera inmediata, con zona de partida y destino, pero en trayecto desconocido. Los investigadores dicen que atravesar un agujero-gusano implica exponerse a radiación extrema y contacto con materia extraña.

Otro de los campos de estudio es el de la denominada “partícula del demonio”, teorizada David Pines hace 67 años, entendiendo como “demonio” los problemas del Cosmos que no tienen solución, diferente a la “partícula de Dios” o “Bosón de Higgs”, teorizada hace una década por el nobel Peter Higgs -fallecido esta semana-, y que constituye la masa de fracciones subatómicas de que está compuesto el Universo, o los universos, pues la Teoría del Multiverso sostiene que hay múltiples universos, cada uno con sus leyes.

El Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra produce colisiones de protones a velocidad jamás alcanzada, lo que le permitirá recrear el Big Bang o inicio del Universo, de ahí que sea también conocida como “Maquina De Dios”.

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