La Oficina de igualdad de trato y no-discriminación de la Generalitat lleva dos años en marcha, y, a todo gas, el último, con un equipo de 14 personas implicadas en concienciar, formar y sancionar comportamientos que, en la mayoría de las ocasiones, las personas infractoras no son conscientes de que están prohibidos. Solo unas pocas veces, sus protagonistas actúan con intención y voluntad. Es el caso de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, líder del partido xenófobo Aliança Catalana, a la que un ciudadano denunció por una entrevista en 8TV en la que consideraba que estigmatizaba a los inmigrantes. Finalmente, el organismo, que dirige Manuela Fernández, la ha multado por una falta grave de la Ley de igualdad y no discriminación (aprobada en 2020), con 10.000 euros. Es una de las 517 denuncias que ha recibido en dos años el organismo.