Baqueira Beret se despide de la temporada por todo lo alto con el festival más aclamado de la zona, el Polar Sound. Este celebró su cuarta edición este fin de semana con todas la entradas vendidas desde hace semanas. Un año más, la organización ha demostrado su clara apuesta por grandes artistas que garantizarían el sold out.
La Oreja de Van Gogh, que acaba de arrancar una gira de festivales, fue el grupo más esperado y el responsable de despertar la nostalgia de todos los allí presentes. Cerca de ocho mil personas cantaron a coro “Rosas”, “La Reina del Pop” o “El último vals”, entre otros de sus clásicos. Minutos antes de salir al escenario, el grupo atendió a LA RAZÓN y confesó sus nervios de hacer frente a un público tan exigente como el del Polar Sound. “Vemos el ambiente maravilloso de gente que ha venido a disfrutar”, comentan. Además de esta nueva gira por la que recorrerán toda la geografía española durante 2024, adelantaron que se encuentran trabajando en nuevas canciones que verán la luz muy pronto.
La inquietud que su vocalista, Leire Martínez, reconoció tener, se esfumaron tan pronto como recibió el calor del publico. Muchos de ellos no duraron en desplazarse desde otras comunidades solo por verles tocar tantos años después. Una familia de Asturias reconoció a este medio seguir a la banda desde sus orígenes y las seis horas de caravana no supuso un inconveniente para escucharles una vez más en directo.
Otro de los grupos que forma parte de la memoria colectiva del público fue Despistaos. Estos se mostraron muy agradecidos por poder seguir subiéndose a los escenarios y tocar su música ante un público tan fiel 21 años después. A todos ellos, les dedicaron uno de sus temas más reconocidos, “Gracias”. La banda, natural de Guadalajara, aseguró a este periódico que 2025 presentará nuevo disco. “Ahora estamos centrados en los festivales, donde sentimos más emoción incluso que el primer día. Para el próximo año llegará la sorpresa del álbum”.
Danny Romero fue el encargado de abrir la tarde de sábado, seguido por Despistaos y La Oreja de Van Gogh, Malmö 040. La artista Ana Mena fue la encargada de despedir el amplio elenco de artistas en un gran show acompañada de seis bailarines. Además de compartir sus nuevas canciones, regalo al público sus temas más reproducidos como “Se iluminaba”, “Madrid City” o “Música Ligera”. Tras ella y gracias a los djs Luigii Nieto y Ardiya, todos los asistentes pudieron seguir bailando.
Por su parte, los cartagineses de Arde Bogotá fueron la gran sorpresa del viernes, convirtiéndose en el grupo que más impresionó, incluso a quienes lo escucharon por primera vez. El auge tan potente de la banda en los últimos años los sitúan en el punto de mira, tanto es así que la prensa esperaba poder contar con algunas palabras tras la actuación en el Polar Sound y, sin embargo, no obtuvo respuesta. Lo mismo ocurrió con el artista Álvaro de Luna, que después de “rokiar” en el escenario apostando por sus temas más reproducidos, decidió no dar ninguna declaración.
José de Rico, Veintiuno y Taburete completaron el variado cartel del primer día del festival, recogiendo el cariño de un público muy entregado con la música. Después de más nueve horas de música en directo, el broche final lo puso Dj Barce, quien gracias a sus mezclas, mantuvo la energía de los festivaleros con más aguante.
Cada vez más consolidado
Año tras año, la organización del Polar Sound no ha dejado de superarse. “Para nosotros es muy importante mejorar e ir a más, atrayendo a los mejores artistas y en las mejores condiciones”, comentan desde la organización a LA RAZÓN. En su corta trayectoria ha logrado posicionarse como uno de los festivales más seguros y con mejor atmósfera entre la convivencia de los asistentes. Durante su celebración puede verse todo tipo de perfiles; desde los más jóvenes, familias con niños, y un público más adulto. Además, la organización se preocupa porque los locales del Valle de Arán también formen parte de este gran evento beneficiándose de todos sus atractivos, tanto laboralmente como para su ocio y disfrute. Por ello, Polar Sound y la Estación de Esquí de Baqueira-Beret trabajan mano a mano por un objetivo común: exaltar el paraíso Valle de Arán, una localidad en la que viven once mil personas durante todo el año y que, en las últimas décadas, han sabido sacar su máximo potencial.
A diferencia de otras ediciones, este año el Polar Sound se ha celebrado tras la Semana Santa, coincidiendo con el cierre de la temporada de nieve, lo que ha provocado que pudiésemos disfrutar de un clima cálido y despejado.
Las cenas (y recenas) han sido un punto al que han dedicado especial atención, ofreciendo un amplio y variado abanico de opciones: hamburguesas, como la codiciada Marlons que llega desde Madrid, pizzas, kebabs, bocadillos y comida internacional como japonesa o mexicana, dejando espacio para el postre con crepes, gofres y churros con chocolate. Un total de quince foodtrucks que alimentaron a todo el festival.
