La princesa Amalia sale de su escondite para acompañar a su padre en el Día del Rey

La princesa Amalia sale de su escondite para acompañar a su padre en el Día del Rey

Este año especialmente, todas las miradas estaban puestas en
los Países Bajos, donde este sábado se cumplía con la tradición con la
celebración del Día del Rey, que homenajea al Rey Guillermo de Holanda por su
aniversario. Así, cada 27 de abril la familia real llena de color naranja las
calles de su país para festejar juntos su cumpleaños, que en esta ocasión suman
57. Pero la atención se desviaba irremediablemente del protagonista de la
jornada y se centraba también en su hija mayor, la princesa Amalia de Holanda,
a quien llevábamos mucho tiempo sin situar en el mapa. Una desaparición
obligatoria, después de que sufriese graves amenazas y que tuviese que pasar
unos meses escondida en Madrid, bajo la protección de los Reyes Felipe VI y Letizia, tal y como se ha desvelado hace tan solo unos días atrás.

El monarca holandés cada año celebra su cumpleaños con todo
su pueblo, recorriendo las calles tintadas de naranja. Este año ha cumplido con
la tradición y lo ha hecho junto a su esposa, Máxima de Holanda, así como sus
tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane, esta última que ha vuelto también de su
estancia en Italia, donde estudia en la United World College Adriatic. La
familia al completo, antes de iniciar su periplo popular, ha posado a las
puertas de su domicilio para inmortalizar el feliz acontecimiento y dar una
imagen de tranquilidad en tiempos convulsos, aunque ahora evidentemente
felices. Y es que las miradas se van irremediablemente a la princesa Amalia,
que sufre el miedo de saber que el líder de la “Mocro Maffia”, la organización
criminal que la amenazó de muerte, está en paradero desconocido. El pasado 1 de
abril, Karim Bouyakhrichan dejó de presentarse en sede judicial y se le
entiende fugado, tras ser detenido en Marbella. Después de que el Rey Guillermo
agradeciese a España haber acogido a su primogénita, nuestra administración ha
permitido que el mafioso desapareciese sin dejar rastro.

No obstante, este sábado 27 de abril es un día para celebrar
y dejar a un lado los quebraderos. Y es que la agenda del Rey Guillermo por su
57 cumpleaños es intensa, con nueve paradas programadas en su tour popular para
poder festejar con su pueblo su aniversario. En esta ocasión el lugar escogido
es Emmen, Drenthe, que ha acogido su particular carnaval en el que todos los
ciudadanos se visten de naranja para honrar a su soberano.

No lo ha hecho así su propia familia, dado que la Reina
Máxima de Holanda se ha decantado por lucir un favorecedor vestido midi en seda
en tono verde oliva, combinado con acierto con complementos en beige. Por su
parte, sus hijas también han querido salirse de la tradición cromática impuesta
para el Día del Rey. La primogénita, la princesa Amalia, ha elegido para tan
importante cita un vestido en tonos verdes y una americana a juego en una
tonalidad más oscura. Su hermana Alexia se decantó por un vestido en crudo y
botas de tacón granates, que combinaban a la perfección con su abrigo. La pequeña,
Ariane, apostó por un elegante traje de chaqueta en color teja.

Más allá de los estilismos y los problemas que la familia
atraviesa, la tradición manda y se deben a su pueblo. Así, han cumplido con lo
esperado y han repartido tompouces, pastel típico de los Países Bajos de
hojaldre relleno de crema pastelera. También han cantado el cumpleaños feliz
acompañando al artista Bouke de Emmen, o han jaleado a los niños de las
escuelas holandesas, que sumaban más de un millón, para participar en los
Juegos del Rey en Hoofddorp. Una de las actividades más divertidas y en las que
la familia real muestra su faceta más cercana con los pequeños de la casa,
antes de continuar su periplo con nueva paradas marcadas para amenizar el día
grande del país, en honor al rey Guillermo.

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