La sierra de la culebra se regenera de manera “óptima”

La sierra de la culebra se regenera de manera “óptima”

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, la zamorana sierra de la Culebra, devastada hace dos veranos con varios incendios que se llevaron por delante cerca de 50.000 hectáreas de superficie forestal, además de cuatro vidas humanas, va recuperando su aspecto y presenta una regeneración natural óptima. En concreto, en el 63 por ciento de los terrenos afectados, según informan fuentes de la Junta.

Mientras que solo en un 17 por ciento del terreno calcinado será necesario tomar medidas para la recuperación de la cubierta vegetal, bien a través de siembras directas, o con una preparación del terreno previa a la plantación, y en el 20 por ciento restante la regeneración es “insuficiente” y tendrá que ser apoyada con plantaciones puntuales.

La superficie forestal afecta por el fuego sumó 45.844 hectáreas, un 82 por ciento del total quemado. En la superficie ocupada por vegetación herbácea (pastizal) y de matorral y monte bajo -24.288 hectáreas, un 44 por ciento de la superficie forestal- la recuperación vegetal ha sido “inmediata” y “rápida” con las primeras lluvias dada su gran capacidad “germinadora y rebrotadora”.

Por su parte, la superficie forestal arbolada afectada, algo más de 21.555 hectáreas, estaba ocupada por especies frondosas y coníferas. Respecto de las frondosas, como encinas, rebollos y robles, la recuperación de la vegetación está siendo favorable ya que dichas especies se caracterizan por tener una fácil capacidad de regeneración tras el fuego, ya sea por brotes de raíz, tronco y cepa, informa Ical.

En el caso de las coníferas -Pinus pinaster, Pinus sylvestris y Pinus nigra- la recuperación de la vegetación depende del estado de madurez reproductiva de la masa y de la capacidad de autosucesión de la especie. Particularmente, en masas de Pinus pinaster con edad de madurez alta la regeneración natural es más favorable que en masas poco maduras o jóvenes. A su vez, en aquellas masas con capacidad de autosucesión baja, como las de Pinus nigra, la regeneración natural es escasa o inexistente.

Estos datos se incluyen en el estudio de campo denominado ‘Evaluación del regenerado natural’, en el que se destaca que en el 63 por ciento de la parcelas estudiadas la regeneración natural es de mil árboles por hectárea.

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