La Unión Europea va cambiando el relato sobre Siria para considerarlo un país seguro, una ventana legal que permitiría la devolución de cientos de miles de refugiados sirios a un país que ha entrado en su 14º año de guerra civil y donde el 70% de la población depende de la ayuda humanitaria. Siria es considerado un país no seguro por Naciones Unidas y la UE, pero algunos Estados miembros, como Chipre, presionan para el cambio ante el aumento de llegadas de sirios a su territorio.